Truck Trophy 2017: la apasionante final — Part II.

Truck Trophy 2017

Acción, camiones y nuevos amigos.

Grandes retos bajo un frío helador: la ronda final del Truck Trophy 2017 pone a los conductores al límite... o incluso les hace superarlos.

Part II. Doce conductores, un equipo.

El Truck Trophy es sólo es para quienes dominan el trabajo en equipo. A su término queda un único equipo fuerte y doce amigos.


Otra vez en el río, y con esta llevamos ya tres mañanas. 11 grados bajo cero, cielo nublado, parece que va a nevar. Otra vez en el círculo de drifting. No tendría que haber ningún problema. Veamos: entrar en la trayectoria circular por fuera, cambiar manualmente a octava o novena marcha, y a continuación pisar el pedal con mucho tacto para derrapar de cola y maniobrar en sentido contrario. Y todo ello sin bajar la velocidad y manteniendo el drifting con movimientos mínimos del acelerador y el volante. Nicolae, de Rumanía (Nico para todos): «El momento en que pasas de la conducción normal al drifting es genial. ¡Como si estuviera ocurriendo algo muy grande!». Los entrenamientos con el instructor Markus surten efecto: cada vez más participantes consiguen mantener el camión estable en drifting durante tres cuartos de vuelta, una vuelta, dos vueltas o más. Después empieza la competición. El primero que logra alcanzar el tiempo máximo de dos minutos de drifting es Kevin. Aplauso generalizado. Y su compañero de equipo Kris: «Hoy ha ido mucho mejor. En la competición he logrado el mejor resultado de todos mis intentos. ¡Estoy en fase de combate!»




Alexandru ha estado muchas veces en Suecia y sabe lo que es conducir con nieve y hielo. Lo que más le gusta es el eslalon. «Deslizarse con la tractora entre los pilones es como practicar ballet sobre hielo. Con semirremolque pueden darse situaciones peligrosas si das un patinazo.»



Lo que cuenta es el trabajo en equipo.

Ahora viene otra prueba de eslalon, pero ésta es muy especial: «blind trust», confianza ciega. Para superarla es imprescindible un buen trabajo en equipo. Uno se pone unas gafas de buceo totalmente tapadas. No ve nada. El otro le va indicando la dirección a seguir. «Cuando se pierde por completo la orientación, uno tiene todo el rato la sensación de que se la va a pegar. Hay que confiar plenamente en el otro», explica Pascal mientras se quita las gafas.



Esta mañana nos quedan todavía dos pruebas más. De vuelta al hotel y desde allí al circuito del Actros en miniatura. Hay que pasar una curva cerrada con muchas maniobras adelante/atrás, obstáculos de todo tipo, acoplar y desacoplar el semirremolque... Y siempre a toda velocidad: ¡cada segundo cuenta! Se dan ánimos unos a otros, se ríen, protestan, dan palmas... uno diría que, más que todos contra todos, aquí juegan todos a una. Przem es el primero en completar la prueba, seguido de Fabi y de Kevin, que es tercero. Para la clasificación general esto significa: empate entre los equipos de Suiza y Alemania, los tres siguientes llegan casi a la par. ¡Aún puede pasar de todo!



Tras recuperar fuerzas con una lasaña de salmón y una ensalada se pasa a la siguiente ronda. Dar la vuelta a una lona de camión de 2x2 metros sobre la que se encuentran seis hombres no es precisamente un juego de niños. Pero provoca unas buenas risas, y los equipos formados por participantes de tres países distintos lo dan todo para ser los más rápidos. Los ganadores son Países Bajos, Suiza y Bélgica.



Friendo huevos entre amigos.

´Pero aún no hay nada decidido. Quedan dos pruebas. La de tirar de la cuerda la gana el equipo trinacional Rumanía, Polonia y Países Bajos. Y ahora toca... ¡freír un huevo! ¿Tarea fácil? No, si primero hay que encontrar el huevo entre la nieve profunda con ayuda de un equipo de rescate de los que se utilizan para localizar víctimas de aludes, y después hacer fuego. Las herramientas de las que disponen son leña, cuchillo, pedernal y una base. Seis hombres equipados con receptores digitales en las manos y raquetas de nieve bajo las botas salen corriendo hundiéndose en la nieve hasta los muslos. Los que se quedan se disponen a hacer fuego. Lo primero que hacen todos es cortar la leña con el cuchillo. ¿De qué tamaño tienen que ser los trozos de madera?

Entre los que llevan los receptores digitales reina máxima concentración. ¡Ahí! Parece que Lodewijk ha encontrado algo, porque se vuelve dando grandes zancadas. Hacer fuego es todo un arte. Los hijos de Pascal están en los boy scouts, y ha aprendido algunas cosas de ellos. Astillas pequeñas y muy finas y frotar el pedernal con movimientos largos: esa es la clave. ¡Ya ha prendido la chispa! Ahora hay que actuar con rapidez: pasar el fuego de la sartén a la base, echar el huevo a la sartén y..... hmmm, ¡este huevo nos va a saber a gloria! Los polacos Przem y Janusz son los siguientes, a continuación los suizos, los demás siguen luchando. Pero el Truck Trophy tiene sus propias reglas. En cuanto los tres primeros equipos terminan la prueba se apresuran a ayudar a los otros, porque el proceso de hacer fuego es distinto según el tipo de leña. Aquí no son contrincantes, sino amigos.



Fiesta familiar.

Se oyen ladridos. El broche de oro del Truck Trophy 2017 es un recorrido en trineo con huskies. Ahora toca disfrutar del paisaje invernal del norte de Suecia en todo su esplendor, esta vez acompañados de cinco o seis huskies por trineo de dos personas. A ellos se une un gran rebaño de renos en medio del bosque. ¡Laponia en estado puro!

Mientras tanto se está llevando a cabo el recuento final de todos los puntos. El homenaje a los vencedores en el iglú es otro momento emocionante. ¿Cómo ha cambiado la clasificación desde hoy a mediodía? Los ganadores son Fabian y Andreas (Suiza), seguidos muy de cerca por Pascal y Lodewijk (Países Bajos).

Przem y Janusz (Polonia) son terceros; les siguen Kevin y Kris (Bélgica), Andreas y Alexander (Alemania) y Nicolae y Alexandru (Rumanía). Una enorme alegría por un lado, pero estos días compartidos en Laponia son mucho más para los doce finalistas. Alexandru: «El Truck Trophy es una experiencia única, de las que sólo se dan una vez en la vida. Independientemente de la puntuación obtenida, lo importante es participar, como en los Juegos Olímpicos.»

Y Kris añade: «Nunca olvidaré esta aventura. Ni tampoco todo lo que he aprendido con Udo sobre conducción sobre hielo. Pero lo más importante es que los doce finalistas nos hemos entendido de maravilla desde el primer momento y que juntos formamos un equipo excepcional». Lodewijk piensa volver pronto a Laponia. «Cuando mis hijos sean un poco más mayores quiero traerlos para pasear con ellos en motonieve y en trineo de huskies, y también para probar la carne de reno. Pero lo mejor del Truck Trophy son las amistades que se forjan.» Fabian siente lo mismo: «Para mí esto ha sido mucho más que una competición: una fiesta familiar que se ha prolongado durante casi una semana. La recordaré el resto de mi vida.»



Part I. Hielo, clavos y reacciones alucinantes.

Vivir la acción a flor de piel, dominar camiones, superar retos y ser amigos: una aventura ártica para conductores y camiones.


El hielo cruje y crepita bajo los clavos. Seis Actros blancos ruedan sobre un río totalmente congelado, y numerosos pilones dan cuenta de que todo está perfectamente preparado. Unas breves instrucciones para los doce finalistas del Truck Trophy 2017, y tiempo para acostumbrarse al nuevo suelo. La ruta del eslalon y el círculo de drifting ya se han trazado, y los entrenadores Udo y Markus asesoran a los participantes. «Moverse con el camión sobre el hielo sin una carga de 25 toneladas a las espaldas... realmente es algo muy especial», afirma Fabian, de Suiza. Su compañero de equipo Andreas añade: «Yo acabo de aprender a activar el diferencial del eje trasero y a desactivar el ESP para el drift. Además, hay que pasar al modo de cambio de marchas manual. En caso contrario, el cambio aumenta la marcha cada vez que se suelta el acelerador, y entonces falta la potencia necesaria.»  Diversión a raudales para los doce conductores.




Destreza y capacidad de análisis.

Comienza la primera prueba: Aquí entran en juego la destreza y la capacidad de análisis: torcer desde una zona de aparcamiento limitada por pilones, hacer un eslalon, volver a torcer y entrar en la siguiente zona de aparcamiento. Lo mismo marcha atrás, y sin tocar los pilones. Lodewijk, de los Países Bajos, afirma: «Estoy como un flan, me tiemblan las manos.» 3, 2, 1, ¡ya! El cronómetro se pone en marcha. Se centra en la ruta con determinación, a buen ritmo, pero sin ir demasiado rápido. «Acércate más. Vale. Sigue. Despacito": si bien aquí todos compiten entre sí, Pascal está sumido en el ejercicio.



El equipo de Bélgica en la segunda prueba en la que hay que estimar la altura y la anchura del camión. «Baja más, baja más, baja... ¡para!» Aquí hace falta tener espíritu de equipo: Kevin ha estimado, Kris va al volante. ¿Va bien? Sin problemas. El spoiler del techo del Actros tiene 60 centímetros de holgura hasta la regleta superior. Pero no hay roce, y eso es importante. Kris estima la anchura, Kevin conduce. También aquí sobran un par de centímetros, pero da igual. La victoria va a parar claramente a los rumanos, con tan solo un centímetro de distancia entre el canto superior del techo y la regleta. ¡Alucinante!



Puzles y piruetas.

Habiendo repuesto fuerzas copiosamente, después del almuerzo comienza la competición de puzles. Vale: primero a colocar las cuatro esquinas y a completar el reborde superior. Qué se reconoce en la parrilla interior del radiador, los faros, arriba a la derecha está el logotipo del Truck Trophy. En el equipo de Alemania ya tienen el marco, y en el interior han colocado las piezas principales. Alex murmura: «Matrícula...noo, necesitamos un trozo de faro...» La tensión se respira en el aire, el cronómetro sigue en marcha. A los neerlandeses solo les quedan pocas piezas por colocar sobre la mesa. Una a una, la imagen que va surgiendo parece volar. «¡Ya está!», Doce minutos, seis segundos. ¡Nuevo récord! «Uff, estoy empapado de sudor», exclama Pascal.

El Vindel Älven, un río de unos 400 kilómetros de longitud situado en la frontera de Noruega y que desemboca en el Mar Báltico, en verano es un paraíso para los aficionados a la pesca. Ahora, es la palestra ideal para el Truck Trophy. Mientras que unos se concentran en las piezas del puzle, los otros ya vuelven a hacer kilómetros en el Actros. Con resistencia, diversión y piruetas involuntarias, practican el drifting y el eslalon.



Concentración, valor y robustez.

De vuelta en el hotel. Un día repleto de actividades hasta ahora, ¡pero aún falta mucho para finalizar las pruebas! El proyector muestra 30 palabras en la pared, términos como GigaSpace, Driver's Inn, Fuel Duel, Active Brake Assist. Después, cuentan con un bolígrafo y tres minutos para anotar los términos. ¡Todos lo hacen fenomenal!

Los doce finalistas más adelante realizan una caminata con raquetas de nieve y antorchas para cenar. Y allí es donde les espera la última prueba del día: en ella gana el participante que, en calidad de copiloto de un coche de carreras, consiga mantener la calma durante una ronda vertiginosa sobre el hielo. Se mide el pulso. El valor más alto es de 191, y el ganador con 92 pulsaciones resulta ser Andi, de Suiza. ¡El valor y la robustez son propiedades realmente útiles!



Frenada a fondo sin titubeos.

«Si necesitáis frenar a fondo, hacedlo: ¡nada de titubear!» Udo deja totalmente claro que quiere ver frenadas. Es la segunda mañana del Truck Trophy, el termómetro marca 9 grados bajo cero y hay niebla sobre el río Vildel Älven. No pasa nada, hay una visibilidad de 150 metros. Primero, frenadas de prueba. Janusz acelera hasta 50, y entonces pisa a fondo el freno. El camión se desliza sobre el hielo. «Es algo totalmente diferente a lo que ocurre sobre la carretera, no se puede comparar. Pero el camión siempre puede controlarse, uno se siente totalmente seguro», afirma el conductor de Polonia. Todos pueden hacerse a la idea de cuántos metros de distancia de frenado se necesitan. La niebla va desapareciendo, el sol disipa los últimos velos: una clara mañana impresionante y cielo azul sobre Laponia.

La primera prueba de hoy: ¿cuál es la distancia de frenado en una frenada a fondo a 70 km/h? Cada participante coloca un pilón que lleva su nombre. La siguiente prueba es la frenada a fondo a una velocidad de 50 km/h ante un obstáculo. Quien se acerque más, gana. Quien toca el obstáculo, se queda con cero puntos. Así, las distancias son prudentes.

Ahora vuelve a ser el momento de practicar el eslalon y el drifting. El instructor Markus hace una demostración, y la cosa parece un juego de niños. «Es pura diversión, pero hace falta mucha práctica hasta conseguirlo», cuenta Fabian, del equipo suizo. Andreas agrega: «Además, puede ponerte de los nervios. Entrenamos siempre para que el vehículo no derrape.»



Huellas de animales y sucesión al trono.

Hora de comer. Los doce finalistas del Truck Trophy 2017 necesitan reponer fuerzas como Dios manda, ya que por la tarde lo primero que tienen en la agenda es la genuina búsqueda del tesoro sueca, una especie de modalidad sobre esquíes. En cinco lugares, se requieren las más diversas aptitudes. ¿Quién sabe quién es el sucesor al trono de Suecia? Tan solo el equipo belga; en el equipo de Kevin y Kris los puntos se restan a la hora de determinar las huellas de animales. ¿Y quién dispara mejor? Los polacos arrasan en esto. El concurso de imitación de animales se lo llevan Lodewijk y Pascal, mientras que en la prueba de calcular un kilo de nieve son Nico y Alex, de Rumanía, los que se sitúan a la cabeza. Los participantes vuelven totalmente sudados. La constelación ahora es totalmente diferentes, la distancia entre los equipos es mínima. Han superado 8 de las 14 pruebas, ¡y todos tienen posibilidades de ganar la final!

Pero ahora toca divertirse un rato: ponerse los trajes de nieve, los cascos, y disfrutar durante dos horas y media con las motonieves recorriendo el paisaje invernal lapón hasta la puesta de sol. ¡Esto es vida!



Fotos: Sebastian Vollmert
Vídeos: Martin Schneider-Lau

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