International TaskForces – Mayo

Aire enrarecido en extremo, sequía pertinaz, un sol ardiente y ni un árbol a la vista. El clima en la meseta que rodea el palacio de Ishak Pachá es un desafío para cualquier ser humano. Aquí, en el extremo oriental de Turquía, el Actros sigue el trazado de la legendaria ruta de la seda en dirección a Irán e Iraq.

El palacio de Ishak-Paschá, edificado entre 1685 y 1784, se encuentra sobre una meseta lindante con una cordillera, a una altitud aproximada de 2.200 metros. La fase relativamente larga de construcción se refleja en las influencias de la arquitectura selyúcida, armenia y otomana en su configuración final. En cambio, la disposición de las diversas viviendas y dependencias de servicio refleja con fidelidad la estructura del famoso palacio de Topkapi en Estambul. Las condiciones meteorológicas extremas en la meseta obligaron a los constructores del palacio a erigir un depósito propio al norte de los muros del palacio, alimentado por corrientes de agua del cercano monte Ararat, el más alto de Turquía.

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