Un fósil de dinosaurio a bordo del Actros

Panorama

El T. rex Express en ruta hacia Fürth.

El cráneo de un Tyrannosaurus rex viaja en el Actros hasta el Instituto Fraunhofer.


Los dinosaurios han vuelto, y no solo a las pantallas de cine. A principios de junio, poco antes del estreno de la película Jurassic World, un Actros con el distintivo correspondiente del transportista exprés TNT trasladó por encargo del museo de historia natural neerlandés Naturalis una carga prehistórica especialmente valiosa. Se trata del cráneo de 690 kilogramos de peso y unos 66 millones de años de antigüedad de una hembra de Tyrannosaurus rex, cuyo esqueleto se descubrió en 2013 en Montana y fue adquirido por el museo Naturalis un año después.

El cráneo del T. rex inició su periplo de 7.800 kilómetros en Dakota del Sur, en una caja de madera de 1,90 metros de largo especialmente acondicionada para este transporte. Desde allí viajó a Nueva York y luego voló al aeropuerto de TNT en Lieja, Bélgica. Una vez en territorio europeo, entró en juego el Actros con el colorido distintivo del T. rex. Con moderna tecnología de seguimiento y conductores especializados al volante, el camión Mercedes-Benz transportó la caja de madera con su valiosa carga fósil hasta el Centro Fraunhofer para el Desarrollo de Tecnología de rayos X (EZRT) de Fürth, Alemania. Sus equipos radiográficos de alto rendimiento generaron una imagen en 3D extraordinariamente precisa del cráneo del dinosaurio.

«Estamos orgullosos de poder ayudar al museo Naturalis», afirma Willem Prinsen, presidente de la gerencia de TNT en Alemania. «Disponemos de amplios conocimientos y experiencia en el transporte de cargas poco comunes. Aún así, trasladar una pieza prehistórica de tamaño valor científico es también para nosotros algo extraordinario.» Los conocimientos expertos de TNT en el desplazamiento de mercancías complejas cuentan además con el apoyo de un camión de Mercedes-Benz equipado con la tecnología de seguridad más fiable y moderna del mercado como, en este caso, el Actros con el logotipo «T. rex on board».

Más adelante, en septiembre de 2016, se expondrá el esqueleto original en el museo Naturalis de Leiden.

Museo de historia natural Naturalis, en Leiden, Países Bajos. Más información: www.naturalis.nl/en

Foto: TNT Express



El Tyrannosaurus rex en pocas palabras:

El «rey de los lagartos» lleva casi 140 años despertando admiración y temor. En Norteamérica, en torno al 1870, se descubrieron con pavor los primeros dientes enormes y afilados de esta especie. Pero no fue hasta 1905 que Henry Fairfield Osborne, entonces presidente del American Museum of Natural History, pudo afirmar de manera creíble que pertenecían a un «nuevo» tipo de saurio, el Tyrannosaurus rex. Hasta ahora se han identificado 30 ejemplares, de los cuales en algunos casos se conservan los esqueletos casi completos. Con más de doce metros de largo y cuatro metros de altura es el ejemplar más grande hallado hasta la fecha. Sus descubridores lo bautizaron cariñosamente con el nombre de «Sue». Con un peso estimado de 9,5 toneladas y su musculosa anatomía, despuntaba como animal de rapiña, incluso entre los propios saurios. Hace unos 66 millones de años, este ejemplar recorrió probablemente las estepas en compañía de dos crías siempre en busca de comida,
de la que consumía cantidades ingentes.

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