En carretera con el Actros «Job No. 1»

Reportaje

El número uno sigue vivo.

Los ingenieros de desarrollo y conductores de pruebas de vuelta a Alemania traen desde el desierto de Abu Dhabi el primer Actros de la nueva generación.


Lo cierto es que ya sabían de antemano lo que iba a pasar con este camión. Estaba previsto que el primer Actros de nueva generación que salió de la fábrica de Wörth en 2011, tras cinco años y medio millón de kilómetros recorridos, terminara sus días como donante de piezas para el departamento de pruebas. Al fin y al cabo, había cumplido con creces su misión. Al ser el prototipo del primer motor de camión homologado según la normativa de gases de escape Euro Vl, tuvo que enfrentarse a toda una serie de duras pruebas. Por ejemplo, durante las pruebas de invierno en Finlandia, donde los ingenieros de pruebas comprobaron entre otras cosas la capacidad de arranque en frío del Actros a 35 grados bajo cero, o durante las pruebas de larga duración en las arenas del desierto de Abu Dhabi a temperaturas de hasta 48 grados. El camión había llegado por mar a la Península Arábiga.

Cuando Walter Klatte, jefe de grupo en el área de desarrollo de motores para camión en Mercedes-Benz, vaticinó el final que le esperaba al «Job No. 1», la respuesta de su colega Jochen Mast fue bien clara: «¡No puedes hacer eso!» El departamento le había tomado cariño al Actros. Había que llevarlo de vuelta a la planta de Wörth. «Pero, para ello, el primer paso fue volver a poner a punto el camión y prepararlo para las carreteras europeas», cuenta Klatte.



Carrera contrarreloj en Irán.

El equipo de conductores realizó la primera etapa del viaje, desde Abu Dhabi hasta Irán, en una relajada travesía en barco. Pero cuando Klatte y su compañero recibieron el visto bueno de las autoridades portuarias de Irán, a su permiso de conducción para viajar a través del país le quedaban tan solo dos días de vigencia. De modo que el trayecto se había convertido en una contrarreloj ya antes de empezar. A ello se sumaban los atascos, los controles policiales y el cansancio. La travesía a través de Irán fue un auténtico desafío, sobre todo cuando el equipo tuvo que abandonar la autopista. Walter Klatte: «En las carreteras comarcales de dos carriles con amplios arcenes se adelantaba aunque vinieran vehículos en dirección contraria. A veces coincidían hasta tres vehículos en un mismo sentido. ¡Una auténtica aventura!»



Fin de etapa: Estambul, la metrópolis a caballo entre Asia y Europa.

Al final consiguieron alcanzar puntualmente la frontera con Turquía, aunque luego se encontraron más de 1.000 camiones esperando para atravesar el paso fronterizo entre ambos países. Transcurrieron cuatro días hasta que el Actros logró pasar el control de aduanas y continuar su viaje. Las paradas en Turquía fueron la zona de esquí de Erzurum y Aksaray, donde la tripulación lógicamente hizo un alto para visitar a sus compañeros en la planta de Mercedes-Benz. Otro hito en el camino: Estambul. Esta fascinante metrópoli, con sus casi 15 millones de habitantes, se encuentra a caballo entre los continentes asiático y europeo. Durante el trayecto a través de Turquía, el Actros subió hasta más de 2.000 metros de altitud, afrontando con valentía la «prueba de lluvias torrenciales y granizo».



En Bulgaria: autovías que parecen pistas de tierra.

Una vez franqueada la frontera exterior de la UE, el «Job No. 1» recorrió una etapa de 21 horas y 1.200 kilómetros a través de tres países. «En Bulgaria tuvimos que enfrentarnos a unas carreteras y autovías plagadas de baches, que en Alemania ni siquiera pasarían por pistas agrícolas.» Después atravesamos Rumanía para llegar a Hungría, donde visitamos la planta de Mercedes-Benz en Kecskemét.



De vuelta en Alemania.

Tras otro tramo a través de Austria, el Actros cruzó los Alpes hasta llegar a Ulm, donde se alojó en las naves de pruebas de EvoBus. Allí, los jefes de desarrollo Sven Ennerst y Uwe Baake se subieron a la cabina y acometieron la última etapa. «Ha sido una experiencia fabulosa; no solo para el equipo, sino también para mí. Con este vehículo me une una larga historia», comenta Ennerst.

6.700 kilómetros, siete países y varios equipos de conductores. El número uno superó con éxito esta última misión.

Los conductores:

Equipo 1: Mohammed Qasim/Walter Klatte

Equipo 2: Ozgur Ergen/Mehmet Basol

Equipo 3: Ozgur Ergen/Wolfgang Sladek/Jochen Mast

Equipo 4: Ozgur Ergen/Thomas Weber/Daniel Schöllhorn

Equipo 5: Sven Ennerst/Uwe Baake

Fotos: Blog Daimler


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