Si Bear Grylls fuera camión, sería el Unimog

Reportaje

El camión que sobrevive a cualquier terreno

Bear Grylls se hizo famoso como El Último Superviviente gracias a su capacidad de adaptarse a cualquier medio por muy duras que fueras las circunstancias. Y en esto, el Unimog es todo un experto.



Cuando hablamos de los éxitos de la ingeniería automotriz alemana, pensamos en los turismos que vemos todos los días en la calle y los súper deportivos que pueblan las zonas más ricas del planeta. Pocos se acordarían de un concepto de vehículo muy especial que ha sido utilizado durante los últimos 70 años en todo tipo de situaciones: el Unimog.

Y aunque quizás el nombre no te diga mucho, lo habrás reconocido ya en la primera foto pues que está presente en una cantidad ingente de servicios.

Los expertos no hablan del Unimog como un modelo más de Mercedes-Benz, sino de un concepto de vehículo totalmente nuevo que surgió en la necesitada Alemania de posguerra. Con sus principales ciudades arrasadas por los bombardeos y sus campos destrozados por el paso de miles y miles de tropas y vehículos, Daimler encargó el desarrollo de un vehículo agrícola que facilitara el trabajo y agilizara cada tarea.

El ingeniero alemán Albert Friedrich se pondría al cargo del proyecto pese a no tener ninguna experiencia en el diseño de vehículos y haber dedicado su carrera hasta ese momento a los motores de aviones.

Lo que le estaban pidiendo no era ya un vehículo, sino un dispositivo o instrumento universal con el que trabajar. En alemán, un "Universal-Motor-Gerät", del que nacería su denominación "Unimog", nombre ideado por Hans Zabel, otro de los componentes del equipo inicial. Pero la tarea era tremendamente compleja: necesitaban un motor que no tenían, una transmisión de la que tampoco disponían y unos ejes hasta entonces no utilizados.

Pero salió adelante y el 9 de octubre de 1946, Albert, Heinrich y Hans salían a probar el primer prototipo. El resultado era un vehículo completamente inusual, distinto a cualquier camión o tractor que se hubiera fabricado hasta la fecha. Hasta 50 km/h de velocidad punta gracias a sus 25 cv, ejes pórticos y la increíble capacidad de torsión de un chasis que estaba unido a la carrocería mediante enlaces pivotantes.

Dos años más tarde es presentado en la feria agrícola de Francfort consiguiendo vender sus primeras 150 unidades. Poco más tarde, el ejército francés confirmaría el pedido de 400 unidades y provocaría la llegada del motor de gasolina. Hasta día de hoy, el Unimog debe buena parte de sus 340.000 ventas a los contratos de colaboración con distintas instituciones de todo tipo tanto a nivel nacional como internacional.



No sólo se utilizaban en el campo, sino que gracias a su capacidad ser modificado fácilmente, el Unimog bien podía estar arando la tierra por la mañana, haciendo de locomotora improvisada sobre raíles por la tarde y asumiendo el papel de quitanieves por la noche.

La diversificación en la planta de producción no llega hasta la década de los 70, cuando Mercedes-Benz comienza a fabricar distintos modelos enfocados a tareas de más o menos envergadura: ambulancias, vehículos de transporte militar para el desierto, de mantenimiento de infraestructuras, para expediciones científicas etc…


Vive la historia del Unimog desde cerca


Todas estas historias ya míticas han conformado un Unimog que no solo supera todo tipo de terrenos, sino que también lo han convertido en un vehículo único para todo amante del mundo del motor. ¿Quieres vivirlas de primera mano? Tenemos tu lugar deseado.

En el municipio alemán de Gaggenau se encuentra el Unimog-Museum. Este lugar tan insólito y único que no deja indiferente a los amantes de la automoción ni a los curiosos, que se quedan perplejos cuando ven las dimensiones de este camión todoterreno.



En el Unimog-Museum podemos vivir la experiencia de subirnos a uno de estos vehículos. Cuentan con un pequeño circuito con diferentes obstáculos que el Unimog sortea sin ninguna dificultad. Pasar por encima de unos troncos, subir por una pendiente tan empinada que da la sensación de volcar, o situarnos al lado de un muro para comprobar la flexibilidad de los ejes, son muchas de cosas que podemos probar.

El Unimog-Museum ofrece visitas guiadas de, aproximadamente, una hora y recorre la historia y evolución de los vehículos.

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