En casa en la alta montaña: Dino Mattioli y su Arocs

Reportaje

Auténticos montañeros.

Cuando el emplazamiento de una obra se encuentra en zonas de alta montaña, el transporte de los materiales de construcción es todo un desafío. De camino a Los Dolomitas con Dino Mattioli y su Arocs.


El valle de Fassa es un lugar muy apreciado por los senderistas y montañeros. Los turistas de montaña se sienten especialmente atraídos por la cuenca del valle Ciampac. Para llegar hasta allí, normalmente hay que subir a pie unos 1500 metros hasta el Alba di Canazei. Desde allí, se coge el teleférico hasta la cuenca del valle, que se encuentra unos 600 metros más arriba. En el verano de 2017, la estación del teleférico de Alba di Canazei cerró repentinamente debido a unos trabajos de construcción. Esto obligó a los senderistas a recorrer además una empinada y sinuosa carretera de grava para poder llegar al Ciampac.

De cazador de montaña a conductor profesional.

De vez en cuando era posible toparse con un montañero muy especial: el Arocs de Sevis. La empresa constructora con sede en Moena, en la provincia de Trento, es la encargada de la renovación completa del teleférico de Ciampac. Al volante del Arocs está Dino Mattioli, un conductor de 44 años procedente de Val di Fiemme: «Siempre me han llamado la atención los vehículos pesados, a pesar de que nadie de mi familia se había dedicado a esta profesión. Durante el servicio militar, fui destinado como conductor con los cazadores de montaña y tuve la oportunidad de sacarme el permiso de conducir de conductor profesional», explica. Sentarse al volante de los vehículos de los cazadores de montaña implica, necesariamente, conducir por terrenos impracticables. Esta formación permitió a Dino aceptar un trabajo como conductor de camiones para obras de construcción inmediatamente después de finalizar el servicio militar. «Poco después, conocí la empresa Sevis y ya llevo 19 años trabajando para ellos».


Experto en terrenos impracticables: Dino aprendió a conducir por las montañas durante el tiempo que pasó con los cazadores de montaña.


Exigentes trabajos de construcción.

Los trabajos en la obra de Ciampac son difíciles: primero, Sevis debe desmontar y después volver a montar una cabina del teleférico, que va desde Alba di Canazei hasta la base de la cuenca del valle, y un telesilla, que sube desde la cuenca del valle hasta un macizo montañoso a 2600 metros de altura. «Recorremos ambas rutas con el Arocs, aunque la primera es la más difícil porque la carretera de grava es angosta, discurre por precipicios, tiene curvas muy estrechas y una pendiente que alcanza hasta el 30 por ciento», comenta Dino. Esta carretera ya existía antes del inicio de las obras, pero no era suficiente para el tamaño y peso de un vehículo industrial cargado. Dino añade: «Por eso, hemos acondicionado la carretera. Sin embargo, a pesar de los dragados, sigue siendo todo un desafío y requiere una concentración constante. Admito que prefiero conducir en estas condiciones que por las carreteras asfaltadas del valle, que en verano están saturadas de turistas. Allí te encuentras con autocaravanas, turismos, autocares, motocicletas y bicicletas. Aquí, en cambio, solo nos encontramos con otros compañeros o con un par de senderistas que quieren llegar a la cuenca del valle».



Variedad garantizada.

El trabajo que realiza Dino en Ciampac va cambiando a medida que avanzan los trabajos de construcción. Pero siempre debe levantarse temprano para poder estar en la obra sobre las siete de la mañana: «Nada más llegar, recibo las instrucciones para el día. En la primera fase de los trabajos de construcción transportamos todo el material de demolición del antiguo teleférico hasta el valle, después comenzamos a transportar montaña arriba el material necesario para la nueva instalación y a abastecer la obra con suministros diarios. Algunas veces es necesario bajar al valle varias veces al día y, en otras ocasiones, desplazarse entre la base y el pico del valle». Cometer un error al volante en este tipo de carreteras puede tener consecuencias fatales.


Desplazamientos con panorámica: Dino y su Arocs recorren varias veces al día el trayecto entre la base y el pico del valle.


«El primer paso fundamental al conducir en terrenos sin pavimentar es conocer sus propios límites y los del vehículo».

Dino Mattioli



Conocer sus propios límites.

«El primer paso fundamental al conducir en terrenos sin pavimentar es conocer sus propios límites y los del vehículo. Debes tener muy claro lo que puedes hacer y lo que debes evitar», explica Dino. «Ciertamente, este tipo de trabajos no es apto para personas osadas, sino para individuos sensatos, tranquilos y prudentes. También deben estar familiarizados con las pendientes pronunciadas y el peligro de deslizamiento. Deben ser conductores que ya conocen este tipo de situaciones de cuando iban en bicicleta cuando aún eran niños; después, ya de adolescentes, con la motocicleta y el coche, y finalmente en el camión. Por esa razón, la empresa confía en personas que hayan nacido aquí».

Siempre suficiente par motor.

Después de siete años al volante de su Actros, las condiciones de trabajo de Dino han mejorado significativamente con la llegada del Arocs. «He pasado de un cambio secuencial con embrague al cambio manual automatizado Mercedes PowerShift 3. Es fácil de manejar, incluso si yo quiero ser el que le diga al camión qué marcha acoplar en una pendiente pronunciada. Tanto en el modo manual como en el modo automático, el Arocs siempre cambia con rapidez y proporciona el par adecuado para cada situación».

Haz clic aquí para salir de RoadStars y descubrir más en Google Maps: mapa en Google Maps


Fotos y vídeo: Michele Latorre

19 comentarios