¡Más color! El Actros 1853 de Christian Söllner

La tractora de color rojo vivo, la estrella Mercedes en amarillo sol, otros elementos amarillos y, en la ventanilla, el distintivo «The one and only». El Actros 1853 de Christian es un camión especial. En la cabina, también se ha implementado el concepto de color rojo vivo y amarillo. Las luces adicionales alrededor de todo el camión articulado aseguran un espectáculo radiante incluso en la oscuridad.

Hacemos de todo menos aburrirnos.

El alto grado de reconocimiento debido a la inusual combinación de colores es deliberado, comenta Christian, de la Alta Franconia. «Mi camión debía ser cualquier cosa menos aburrido». Cualquier cosa menos aburrido: ese es precisamente el motivo por el que a Christian le atrae tanto su profesión. Por un lado, lleva los negocios de Söllner Schwerlast GmbH, parte de la empresa familiar Söllner Group, dirigida por la madre y el hermano de Christian. Los colores de su logotipo también son el rojo vivo, el amarillo y algo de naranja.

Por otro lado, este joven de 34 años viaja siempre que puede con su Actros. «En el sector logístico, me enfrento constantemente a nuevas tareas». Para Christian lo más importante es que los clientes puedan confiar en él. «Siempre es posible encontrar una solución», dice Christian convencido.

Reducción del estrés al volante.

Para Christian, conducir un camión no solo es un trabajo, también le sirve como compensación al frenesí cotidiano. A pesar de que es difícil que algo le altere, al joven de 34 años le gustar estar en la carretera, solo consigo mismo y en el silencio de la cabina. No obstante, también le gusta socializar, por ejemplo, en reuniones de camioneros donde disfruta presentando su llamativo vehículo, y se reúne regularmente con muchos amigos y conocidos.

Christian carga principalmente materias primas para la industria del vidrio. El vidrio, un material creado hace miles de años, sigue siendo uno de los materiales más versátiles de la vida diaria. «No existe ningún hogar alemán que no tenga algo en casa para lo que no hayamos suministrado la materia prima», dice Christian.

Fotos: Silja Schriever, Christian Söllner