Tatiana Gorgol maneja vagones de mercancías con un Unimog U 423

Encuentros RoadStars

Locomotora con neumáticos.

Cuando Tatiana Gorgol se sube a la cabina, se convierte temporalmente en maquinista de tren. Su Unimog U 423 es un vehículo ferrocarril-carretera que permite desplazar y organizar vagones de mercancías.

El recinto de la empresa SGM en Morsbach/Lorena.


Transmite cierta sensación de zona industrial abandonada: 30 kilómetros de ramales ferroviarios, centenares de vagones marrones de mercancías, un tren de cercanías cubierto de grafitis, un puesto de enclavamiento en desuso con un rótulo que dice «Morsbach» en letras grandes. Aquí, muy cerca de la frontera alemana, se componían antaño trenes de mercancías por encargo de la compañía estatal Charbonnages de France y se enviaban a las acerías o a las carbonerías.

Hoy en día, todavía pasa de vez en cuando un TGV o un tren regional del tramo Metz-Forbach, que discurre en paralelo a las vías. Aparte de eso, en el recinto solo se ve maniobrar a un Unimog U 423. Desde la distancia se reconocen las barras de metal amarillas acopladas en la parte delantera y trasera del vehículo, así como los dos grandes depósitos amarillos en la superficie de carga.

Al observarlo de cerca, llaman la atención las cuatro ruedas de acero adicionales, dispuestas bien delante o detrás de los neumáticos. Y es que este Unimog puede utilizarse también como locomotora.



Trabajo en equipo sobre raíles.

Al volante de este vehículo excepcional se encuentra una mujer, algo poco usual. Su trabajo consiste en desplazar vagones de mercancías por el recinto de la empresa SGM (Société de Garage de Morsbach) y componer trenes con ellos. Realiza las maniobras de los vagones aparcados junto con su compañero Christophe Blanchard. «Por motivos de seguridad, siempre trabajamos en pareja», explica la joven conductora del Unimog.

Activa la bocina y se escucha una señal potente, parecida a la que emiten los trenes rápidos TGV cuando atraviesan la antigua estación. «Estamos en un recinto privado, por lo que, en realidad, podríamos hacer lo que quisiéramos. Sin embargo, hemos adoptado las normas de seguridad de la red ferroviaria francesa».

El Unimog se pone lentamente en movimiento y, avanzando marcha atrás, empuja seis vagones de volquete y de plataforma de cuatro ejes cada uno. Para el motor Euro VI de 170 KW del Unimog U 423, no supone ningún problema.


Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.
Como vehículo ferrocarril-carretera, el Unimog U 423 es un asistente de maniobras especialmente flexible.

Los rodillos de guía independientes en la parte delantera y trasera, controlados hidráulicamente, mantienen el vehículo sobre las vías y ajustan la presión que ejercen los neumáticos sobre los rieles en función de las condiciones existentes. Porque, en contraste con una locomotora, el Unimog no dispone de un arenero para mejorar la adherencia sobre rieles mojados o cubiertos de hielo.

El tren va cogiendo velocidad mientras Christophe, de pie en el estribo de maniobras del vagón delantero, presta atención a que el tren avance por la vía correcta. Le va dando instrucciones por radio a Tatiana. Poco antes de llegar a una aguja, le indica que detenga el Unimog. Se baja y cambia la aguja manualmente. Entonces continúan la marcha.


En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.
En la cabina ultramoderna del Unimog U 423, Tatiana y su compañero Christophe tienen siempre todo bajo control.

Una inversión rentable.

«Nuestra empresa posee el único aparcamiento para vagones de mercancías de toda Francia», explica Tatiana. «Todos los demás recintos de estacionamiento pertenecen a talleres de reparación o a compañías ferroviarias, y no alquilan plazas a largo plazo». En el recinto de SGM, los vagones se pueden dejar aparcados el tiempo que desee el propietario. Cuando se necesita un vagón, basta con enviar un correo electrónico con el número del vagón. Entonces, Tatiana y Christophe lo sacan de la plaza de estacionamiento y lo sitúan en la vía de entrega. Allí, una locomotora retira dos veces por semana los vagones solicitados.

Entre los clientes de SGM se cuentan, además de muchas empresas con parques móviles muy reducidos, los tres grandes proveedores franceses: STVA, ERMEWA y VTG, propietarios cada uno de hasta 80 000 vagones. En opinión de Tatiana, el Unimog U 423 es el vehículo ideal para este trabajo. «No necesita una hora de precalentamiento, como sucede con las locomotoras, para poder trabajar con él por las mañanas», señala. «Además, puede bajarse fácilmente de las vías si hace falta realizar maniobras desde el otro extremo del tren».



«El Unimog U 423 es el vehículo ideal para mi trabajo».

– Tatiana Gorgol, conductora de maniobras en SGM


Los dos grandes depósitos amarillos sobre la superficie de carga del U 423 son contenedores de aire comprimido. «Necesitamos aire a una presión de cinco bares para soltar los frenos neumáticos del vagón». El predecesor del U 423 también era un Unimog, pero sus contenedores de aire comprimido eran demasiado pequeños. «Se necesitaban cuarenta minutos antes de poder mover un tren. Perdíamos casi una hora y media cada día». Para Tatiana no hay ninguna duda: el nuevo Unimog justifica de sobra la inversión.



Fotos y vídeo: Hans Müller

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