Tomás Cano y su Arocs Grounder 4042 AK lo dan todo en los terrenos más abruptos

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El titán.

La empresa Excavaciones Pastor está construyendo un tramo de autovía de 11 km de longitud en La Mancha. La presión del tiempo es tan enorme como el alcance del trabajo. Imprescindible en la obra: Tomás Cano y su hercúleo Arocs Grounder.


Ondean unas grandes banderas rojas con las que los trabajadores de la obra regulan el tráfico. Hoy sopla un fuerte viento cerca de Albacete. Desde la cabina de su Arocs Grounder 4042 AK, Tomás Cano disfruta de la mejor vista de la circulación. Espera con paciencia a que los trabajadores le hagan una señal para poder pasar al otro lado de la obra. «Llevo 40 toneladas de roca granulada. No voy a correr riesgos», afirma.

La bandera roja le indica que puede pasar. Tomás conduce su Arocs hasta el final de la futura circunvalación sur de Albacete. Lleva cuatro meses trabajando en este proyecto. Según la planificación, el tramo estará listo a mediados de 2019. Tomás es parte del amplio equipo de la empresa constructora Excavaciones Pastor, encargada de la ejecución de las obras.



Los colores de La Mancha.

El paisaje es impresionante. Durante las excavaciones, apareció una capa de tierra que a Tomás le recordó a un clásico del cine: «parece la tierra roja de Tara en Lo que el viento se llevó», dice con una sonrisa.

Este paisaje árido de colores brillantes es muy típico de La Mancha. Este panorama, con su luz única y su cielo azul enmarcado por pequeñas nubes esponjosas, parece un cuadro del pintor Antonio López Torres.


Los transportes pesados y las máquinas de construcción están en constante movimiento. Por seguridad, los trabajadores regulan el tráfico.
Los transportes pesados y las máquinas de construcción están en constante movimiento. Por seguridad, los trabajadores regulan el tráfico.

Después de que Tomás haya descargado la roca granulada, se acerca una excavadora para nivelar el terreno. Tomás se pone de nuevo en marcha para cargar más material. En el espejo retrovisor ve cómo la excavadora distribuye la roca. A Tomás le gustaría ver el camión rociador y la niveladora en acción, pero no puede interrumpir el ritmo de trabajo, que está estrictamente cronometrado. Al volver tiene que esperar otra vez hasta que el trabajador de la bandera roja le indique que el camino está despejado.



«Mi Arocs es un titán».

– Tomás Cano, camionero de Almadén (España)


Cuatro millones de metros cúbicos.

«Este camión es un titán», afirma Tomás. Con un volumen de carga de 17 metros cúbicos, tracción 6x6, ejes y ballestas parabólicas reforzados, un armazón extremadamente robusto y freno motor de alto rendimiento optimizado, el Arocs Grounder 4042 es perfecto para tareas pesadas.

En la obra, de once kilómetros de longitud, también hay retroexcavadoras y vagones basculantes. Los conductores se saludan con gestos rápidos, todos trabajan muy concentrados. La circunvalación sur de Albacete forma parte de la autopista A-32.

«En este trabajo es imprescindible cumplir los plazos», cuenta Tomás. Para los once kilómetros de autovía, los trabajadores y vehículos de Excavaciones Pastor han tenido que mover unos cuatro millones de metros cúbicos de piedras y tierra.


Este terreno tan abrupto supone una dura prueba incluso para el robusto Arocs. Por eso, Tomás comprueba periódicamente el estado del chasis y de los neumáticos.
Este terreno tan abrupto supone una dura prueba incluso para el robusto Arocs. Por eso, Tomás comprueba periódicamente el estado del chasis y de los neumáticos.

Pura fuerza.

Tomás lleva 25 años trabajando para la empresa. Mientras dure la obra de la autovía, pernocta en Albacete de lunes a viernes. El fin de semana vuelve a casa con su familia, a Almadén, un pueblo de Ciudad Real. «Estoy acostumbrado», cuenta Tomás. «Me gusta mi trabajo y, por eso, acepto estos inconvenientes».

La obra está cubierta ahora de una luz naranja intensa. Pronto se pondrá el sol. Tomás hace su último viaje, aparca el Arocs y se baja. Comprueba con satisfacción que sus compañeros han ido terminando sus tareas.

Antes de irse a su alojamiento, Tomás señala al titánico Arocs. Dice con una gran sonrisa: «uno se siente poderoso arriba en la cabina».



Fotos: Begoña Tremps

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