¿Cómo un camión de juguete ayuda a que tu hijo desarrolle nuevas habilidades?

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Regalar un camión: mucho más que un juguete

Numerosos estudios han demostrado que jugar con camiones ayuda, entre otros aspectos, al desarrollo físico y cognitivo de los niños.

Un juguete que les entretenga pero que a la vez les permita aprender algo. Seguro que esta es la premisa que intentas cumplir cada vez que compras un regalo a los más pequeños de la casa. Sin embargo, es probable que nunca hayas pensado que uno de 'tus juguetes favoritos' -los camiones- también puede ser un entretenimiento muy efectivo para que tus hijos no solo se diviertan, sino para que desarrollen nuevas habilidades y crezcan desde el punto de vista físico e intelectual.

Lógicamente, hablamos de camiones de juguete. Seguramente ya habrás regalado alguno a tus hijos, pero ¿sabías que es mucho más que un simple juguete? Pues sí. Los educadores infantiles aseguran que, además de entretener, los juguetes con ruedas también sirven para estimular a los niños de diferentes formas, algo que favorece su desarrollo en todos los niveles: físico, cognitivo, emocional y social.

Por su parte, el Dr. J. Alison Bryant, experto en juegos, ha señalado que jugar con camiones puede ayudar a desarrollar un conjunto completo de habilidades fundamentales y a comprender mejor los conceptos de STEM (acrónimo que hace referencia a las áreas de conocimiento de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Desarrollo psicomotor

En primer lugar, los camiones de juguete hacen que los más pequeños de la casa mejoren su desarrollo psicomotor y capacidad de razonar. En el caso de los camiones de fricción, este tipo de vehículos enseñan al pequeño a adecuar la mano a su tamaño, al tiempo que ejercitan su muñeca. Además, puedes animarle a mover su camión siempre de izquierda a derecha para favorecer su lecto-escritura (esto le facilitará las tareas de leer y escribir).

Jugar con camiones permite además que los pequeños aprendan a mover las cosas; se den cuenta de que tienen que aplicar una fuerza determinada para mover el camión más o menos rápido; mejoren su equilibrio, reflejos, forma física y orientación espacial (en el caso de que se trate de un vehículo sobre el que se puede montar y tiene que desplazar o conducir). En este último caso (camiones que se conducen), incluso reciben sus primeras clases de seguridad vial: dejar pasar a los peatones, tener cuidado con otros usuarios de la vía, etc.

“Así es como aprenden los niños", apunta Bryant. "Sus mentes trabajan mientras hacen cosas con sus manos. Está todo integrado. Por eso los coches de juguete son un pack completo para el aprendizaje”, añade.

Socialización

Pero jugar con camiones también estimula la socialización del niño. Más tarde o temprano acaba interactuando con otras personas para enseñarles su vehículo y/o jugar con ellas. Una socialización que muchas veces empieza con algo tan sencillo como recorrer la pierna del abuelo con el camioncito o enseñárselo a otra persona. Sin darse cuenta, el niño se está relacionando con otros individuos y saliendo de su burbuja.

Conexión con la vida real

Su conexión con la vida real es otra de las claves de los camiones de juguete. El niño juega con el vehículo en el que ha visto muchas veces a su padre y que, seguramente, ha deseado conducir en multitud de ocasiones. Por este motivo, este tipo de juguetes establece una complicidad especial entre padre e hijo. Jugar con uno de estos camiones es hacer lo mismo que hace mamá o papá. Está jugando con algo que ve en su mundo real.

Estimula la imaginación y creatividad

Los camiones de juguete estimulan la imaginación de los niños, que con frecuencia transfieren lo que han aprendido o vivido en la vida real al juego. Así, por ejemplo, pueden simular que están de viaje con su camión (tal y como han visto que hace su padre), que sufren una avería, etc.

Sin duda, esta es una de las grandes ventajas de jugar con camiones o coches: a medida que crecen y su propia experiencia vital aumenta, su juego crece con ella: su propia imaginación se nutre de su experiencia y hace que su juego sea más realista y divertido.

Como puedes ver, detrás de un camión o coche de juguete hay muchísimo más que un simple regalo para tu hijo. Hay una valiosa herramienta que ayuda a los niños a tomar conciencia de sus movimientos y a ir comprendiendo conceptos que aún no tienen claros, como la lateralidad, la profundidad, la velocidad, el espacio, las distancias…

Por ello, y siempre que juegues con él -y sea posible, claro-, dibuja una 'carretera' para que se esfuerce en mantener el vehículo dentro de ella: este juego le familiarizará aún más con los conceptos de velocidad y límite espacial, y le obligará a ser más cuidadoso en sus movimientos. Estará divirtiéndose y a la vez aprendiendo.

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