De viaje por Bremerhaven con Chris Schügner y su Actros 1843, con un color especial
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Chris Schügner y su Actros llaman la atención allá donde vayan: la tractora y el chasis del contenedor están pintados en rosa brillante.
«En realidad quería estudiar logística», cuenta Chris Schügner. «Me parecían muy interesantes los procesos de producción y reparto de mercancías». Conducir camiones después del instituto iba a ser simplemente un trampolín. Chris superó la formación como conductor profesional en la empresa de transportes Glomb con entusiasmo. «Pude acortar la formación a dos años y medio, luego quedó claro rápidamente que el trabajo me gusta mucho». Cuando recibió la oferta de trabajar de forma fija para Glomb, no tuvo que pensarlo demasiado. «¡Conducir es lo mío!»
Cinco años después, el conductor de 26 años no se arrepiente de su decisión, al contrario: «yo conduzco a sitios a los que otros van de vacaciones», cuenta contento. Y añade: «me respetan mucho». Chris, natural de Bremerhaven, transporta todo lo que no solo necesitan sus antiguos compañeros de clase.
Centro neurálgico Bremerhaven.
Lo que es cotidiano para Chris impresiona mucho a los visitantes: en el segundo mayor puerto de Alemania hay 14 magníficos fondeaderos para grandes barcos portacontenedores, además de uno de los muelles fluviales más largos del mundo, con una sección de casi cinco kilómetros. Ya desde lejos, las grúas de contenedores señalan dónde se encuentra el Weser. El año pasado, se movieron un total de 5,5 millones de TEU. Casi el 51 por ciento de los contenedores se transportan al interior en camiones.
La primera tarea de hoy para Chris es recoger un contenedor vacío en el espacio para chasis 4. Al llegar allí, Chris indica el número de su plaza, que se transmite electrónicamente al conductor del «Van Carrier». La tarea de esa grúa pórtico es mover el contenedor a la terminal. En un abrir y cerrar de ojos, el contenedor está colocado. Solo queda comprobar el cierre, y luego comienza el viaje.
Color astuto.
De vuelta a la empresa, Chris recoge los documentos para el siguiente pedido. Incluso los forasteros reconocerán el edificio, cerca de la terminal: las banderas rosas llaman mucho la atención.
El color está por todas partes: Los 60 camiones de la empresa, los 120 chasis para contenedores y los cinco remolques de plataforma baja están pintados de ese color tan llamativo. En los años 80, el puerto aún no estaba vigilado y el color era una excelente protección antirrobo. Diez años después, el rosa es también el color corporativo del que todos los trabajadores se sienten orgullosos.
Los camiones también llaman la atención en la carretera. «Cuando entrego algo a una empresa por primera vez, el 90 por ciento de las veces me preguntan por el color», cuenta Chris. «Los niños se ríen y señalan el camión cuando me ven». En Wörth, los trabajadores de Mercedes-Benz también saben que los camiones rosas van a Bremerhaven.
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Entrar en RoadStarsUn auténtico fanático de la estrella.
Chris recorre Alemania y los países colindantes con su Actros para tráfico de larga distancia. Le gustan especialmente las carreteras convencionales abandonadas y los viajes a Suecia y Austria. «Cuanto más lejos, mejor», dice.
El hecho de que su Actros esté equipado con «casi todo lo que se puede encargar en Mercedes-Benz» es otro punto positivo de su trabajo. Destaca orgulloso el asistente de giro, que le advierte de forma acústica y óptica cuando algo se mueve en el ángulo muerto.
Como conduce el camión solo, ha puesto la cabina a su medida: cuero de avestruz blanco en la mesa y el piso y una barra de luz que ha montado él mismo con pequeñas bombillas, cuyo color puede controlar electrónicamente; por supuesto, también está incluido el rosa. Le gusta mucho conducir un camión con la estrella. «En mi vida privada, también conduzco Mercedes exclusivamente», destaca. «Desde que conduje un V8 de prueba, me enamoré enseguida». Además, tiene un viejo 124 (año de fabricación 1989) en casa, «mi vehículo para el buen tiempo», dice sonriendo.
El único detalle amargo del camión: por motivos del seguro, no puede llevar a su novia Jessi. Aun así, está presente en una foto, en el marco digital de la tablet y en una tarjeta acreditativa en la consola. Y seguirá ahí: «mi novia y yo estamos mirando casas para comprar», explica Chris.
Fotos: Christian Schmid
Vídeo: Erik Rossel/PRH
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19 comentarios
Der Sattelzug ist ja auch echt der Hammer.
Der Sattelzug ist ja auch echt der Hammer.
Gruss Andreas
Gruss Andreas
In den 80ger Jahre habe ich von Neckermann aus die "Maxim Gorki"
mit Reiseutensilien beliefert.
In den 80ger Jahre habe ich von Neckermann aus die "Maxim Gorki"
mit Reiseutensilien beliefert.
das ist genau so hässlich, wie der, den Boss Hoss so verschandelt hat.
Sorry, aber ist meine Meinung!
das ist genau so hässlich, wie der, den Boss Hoss so verschandelt hat.
Sorry, aber ist meine Meinung!
Spaß am Beruf? Noch mehr wert....
Viel Erfolg weiterhin...
Gruß
Klaus
Spaß am Beruf? Noch mehr wert....
Viel Erfolg weiterhin...
Gruß
Klaus