Transporte de hormigón: Kevin Karanja, de Kenia, conduce para Stadsbader

Panorama

Donde hay voluntad, hay un camino.

En Kenia, Kevin también trabajaba con un Actros. Ahora conduce un Arocs, a veces con un volquete y, otras, con un vehículo hormigonera.


A Kevin Karanja le encanta su trabajo: con una amplia sonrisa, se sienta al volante de su tractora 4x4 Arocs 1943. Todavía es temprano por la mañana en el aeropuerto de Zaventem. Donde normalmente circulan grandes aviones de pasajeros, ahora vienen y van camiones Arocs blancos y rojos.



Asfalto nuevo.

Junto con sus compañeros, Kevin se encarga de la entrega de hormigón o arena estabilizada para la renovación completa de la calzada. Los conductores se desplazan entre el enorme aparcamiento para aviones y la central de hormigón establecida al margen del aeropuerto por Stadsbader, la empresa para la que trabajan. «Normalmente, realizo este trabajo con mi semirremolque basculante pero, cuando es necesario, lo cambio por un semirremolque con carrocería de hormigonera. Precisamente por esta variedad me gusta tanto mi trabajo», dice Kevin, mientras maniobra hábilmente para situar el camión debajo de la central de hormigón. Unos minutos después suena una señal. El volquete está lleno y Kevin se dirige de nuevo hacia el asfalto. Cuando regresa del aeropuerto, circula sobre el terreno de la central de hormigón. Esta vez su destino no es la central, sino el lugar donde se encuentran la arena y la grava.


Como no quería esperar, Kevin se pagó el carnet de camiones belga de su propio bolsillo.


Diversión en el trabajo como motivación.

Mientras una pala cargadora llena su remolque, el conductor cuenta cómo llegó a Bélgica desde Kenia. «Allí también trabajaba como conductor y conducía un Actros. Pero no había trabajo suficiente para alguien a quien le gusta trabajar duro. Por eso, vine a Europa y aterricé en Bélgica», recuerda Kevin. No le resultó nada fácil volver a encontrar trabajo como conductor. «Mi carnet de conducir keniano no se aceptaba aquí, por lo que tuve que volver a clases de conducir y a hacer el examen», explica Kevin. Las listas de espera para la formación gratuita en la VDAB eran tan largas, que decidió asumir los costes del carnet de conducir C y CE. «No fue una solución barata, pero quería empezar a toda costa. Tuve suerte porque, en cuanto tuve el carnet de conducir en el bolsillo, pude empezar a trabajar en Stadsbader tras un breve periodo intermedio», relata Kevin. Y, además, se lo pasa genial en la empresa para la que conduce desde entonces.



Confort y potencia.

Kevin no solo está entusiasmado con su nueva empresa, sino también con su herramienta de trabajo: un Arocs 4x4. «Antes conducía un Actros. Era genial. Pero mi nuevo camión me gusta todavía más. Es confortable y ofrece mucho espacio», dice Kevin, que también está muy contento con la cama de su camión: «Hace mis pausas mucho más cómodas.

Viene muy bien poder tumbarse durante el descanso». Kevin elogia también los 315 kW de su nueva máquina. «El cambio automático PowerShift 3 transmite la fuerza perfectamente a las cuatro ruedas, de modo que el camión siempre tiene suficiente fuerza de tracción. ¿Qué más se puede pedir para una jornada laboral maravillosa?», dice Kevin riéndose. Entonces, arranca de nuevo el motor y dirige el Arocs hacia el asfalto pues, por último, hay que llevar la arena al lugar de las obras.



Fotos: Dirk Willemen

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