Melanie Benfer tiene muy buena mano para los caballos de raza. En el establo y en la carretera

Reportajes

Transportar caballos es su especialidad.

Para Melanie Benfer casi todo gira en torno a los equinos, y un aspecto muy importante es su transporte. Lo hace con un furgón para caballos sobre la base del Actros.

Experta en el establo, relajada al volante: Melanie Benfer está encantada tanto cuidando los caballos como conduciendo un camión.
Experta en el establo, relajada al volante: Melanie Benfer está encantada tanto cuidando los caballos como conduciendo un camión.
Experta en el establo, relajada al volante: Melanie Benfer está encantada tanto cuidando los caballos como conduciendo un camión.
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Experta en el establo, relajada al volante: Melanie Benfer está encantada tanto cuidando los caballos como conduciendo un camión.

Brillante pelaje marrón dorado, crines cuidadas con precisión milimétrica... El caballo ofrece una imagen majestuosa. Sin embargo, se deja guiar por la rampa sin oponer resistencia hasta el interior del furgón especial. Con Melanie Benfer, la mujer que lleva las riendas, los caballos están en las mejores manos posibles. Lleva más de 20 años trabajando para el acaballadero Böckmann.

La empresa familiar de la región de Oldenburger Münsterland transporta continuamente caballos de carreras de primer nivel. Y Melanie es un miembro más del equipo que cuida de los cuadrúpedos no solo con un gran criterio profesional, sino también con mucho amor. «No me podría imaginar un trabajo sin caballos», afirma. No es de extrañar, puesto que creció en una granja y mantuvo una estrecha relación con los animales desde su más tierna infancia.



Crecida entre caballos.

Además del cuidado de los equinos, Melanie lleva en la sangre otro trabajo: el transporte de furgones para caballos. «Siempre iba a los torneos, así que mi jefe me preguntó si no quería conducir yo misma». Y vaya si quería: Melanie se sacó el carné de conducir coches y camiones en cuanto cumplió los 18 años.

Los camiones que usan Melanie y sus colegas, que además de los furgones para los cuadrúpedos también disponen de una cómoda zona habitable, son de fabricación propia: están construidos por Böckmann Fahrzeugwerke, la empresa asociada del acaballadero. En función del tamaño, sirven como base el Actros o el Atego. «Es un placer conducirlos».



Mejor en camión que en coche.

Melanie cuenta que se ha sentido desde siempre mejor en los camiones que en los coches. Aún recuerda a la perfección su primera ruta, un transporte nocturno a Viena. «Llevaba conmigo a una colega experimentada y no había mucho tráfico. Eso me permitió iniciarme con toda tranquilidad». Todo salió tan bien que maniobró incluso sin ningún esfuerzo en las estrechas calles del destino.

Desde entonces, Melanie ya ha dado la vuelta a Europa. «La ruta más larga que he hecho hasta ahora ha sido a Jerez, en el sur de España: más de 2.500 kilómetros». Una vez al año, la caravana de Böckmann hace parada en Oliva, otra localidad española. A Melanie le gusta especialmente conducir al CHIO de Aquisgrán, uno de los eventos hípicos más importantes del mundo. «Pero en realidad hay un ambiente magnífico en todos los torneos: nos conocemos todos, te reencuentras con amigos, hacemos barbacoas junto al camión...»


Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.
Más que un trabajo: Melanie creció entre caballos, y su pasión por estos cuadrúpedos va más allá del horario laboral.

Su hijo ha heredado la pasión por los caballos.

Melanie es madre desde hace unos tres años, por lo que ya no se desplaza a los torneos tan a menudo como antes. No obstante, se consuela saliendo a montar su propia yegua de raza Oldenburger y sobre todo estando con su hijo, que comparte su pasión por los caballos. «Se sube a menudo a nuestro poni de las Shetland, y ya lo he tenido conmigo en las caballerizas». ¡Ah, y sin olvidar que también le encanta el furgón para caballos de mamá!


Fotos y vídeo: Jan Potente

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