Primero, andamios industriales; ahora, la GigaSpace: a Michael Nienhaus le gusta ver el mundo desde arriba

Encuentros RoadStars

Hasta lo más alto.

Las posiciones elevadas se le dan bien: durante mucho tiempo, Michael Nienhaus fue andamista industrial; hoy conduce –a una altura considerable sobre el asfalto– un Actros con la mayor de las cabinas disponibles.


«Aquí dentro se podría bailar sin problemas».

– Michael Nienhaus


Duisburgo y la cuenca del Ruhr siguen siendo una zona de industria pesada, donde, por tanto, hay que realizar trabajos exigentes. «Sentarse en una viga en celosía a 120 metros de altura fue de lo más divertido», dice Michael Nienhaus. Hasta hace pocos años, trabajaba colocando andamios industriales y veía el mundo desde alturas vertiginosas.

Recualificación exitosa como conductor profesional de UE.

Aunque ya no se dedica a ello, desde que obtuvo su cualificación como conductor profesional de la UE, Michael sigue dominando las alturas: al volante de su Actros 1853 con cabina L GigaSpace, la mayor versión de cabina para su camión. También sigue realizando un trabajo exigente: trabaja para Köppen GmbH, una empresa familiar de Duisburgo-Meiderich con un parque móvil de 50 camiones para la que transporta contenedores cisterna con materias primas para la industria química, que se utilizan para fabricar productos que van desde espumas hasta adhesivos para la construcción de barcos. Por tanto, a menudo lleva mercancías peligrosas a bordo.



Menos estrés que antes.

«Esto supone una responsabilidad especial», dice Michael. «Debo comportarme de forma impecable, pero también prestar una especial atención a los demás». Muchos conductores de turismos ni siquiera saben que la placa naranja en la parte delantera del camión indica mercancías peligrosas, nos dice el hombre de 39 años. «Para ellos soy solo un obstáculo con ruedas». Aun así, Michael se siente menos estresado en la carretera que en su anterior empleo. «Mi mujer no deja de repetirme que ahora estoy de mucho mejor humor».

A esto contribuye que Michael viaja en una cabina con el concepto SoloStar, en la que la zona habitable cuenta con un sillón en la pared posterior que sustituye al asiento del acompañante. Y, en general, la cabina L GigaSpace, con una altura de 2,13 metros entre los asientos, ofrece un sinfín de espacio. «Aquí dentro se podría bailar sin problemas», se ríe Michael. El exterior del camión también tiene un excelente diseño, la Racing Edition del Actros incluye elegantes elementos laminados en el color azul de la empresa de Michael, Köppen.


Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
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Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.
Con un contenedor cisterna por la cuenca del Ruhr: muchos de los viajes de Michael Nienhaus empiezan o terminan en el «duisport» de Duisburgo, el mayor puerto fluvial del mundo, con varias terminales en el Rin y el Ruhr.

Viajes a los grandes puertos del Mar del Norte.

Los viajes de Michael le llevan, por ejemplo, a los grandes puertos del Mar del Norte. Para entregar mercancías a clientes extranjeros y, por lo general, también para cargar contenedores y llevarlos de vuelta a la zona del Rin y el Ruhr. Algo que le resulta especialmente impresionante es la terminal «Rotterdam World Gateway», en la que muchos procesos se realizan de forma automatizada. «Allí, te dan un plazo de una hora para terminar tu trabajo».

Su primer trayecto durante la noche al puerto de contenedores más grande de Europa se le ha quedado grabado en la memoria: «era fascinante ver todas las luces. Además, cuando llevas 45 minutos conduciendo por allí, piensas que ese puerto no tiene fin». A Michael le encantan los viajes nocturnos, porque son más relajados. Por ejemplo, los viajes cerca del lago Balatón, en Hungría, que hace vez en cuando. «En esas ocasiones, salimos con tres camiones y estamos fuera desde el domingo por la noche hasta el jueves por la mañana. Y lo hacemos de manera que podamos conducir por la noche».

Aparcar en la puerta de casa el fin de semana.

Últimamente, Michael ha hecho sobre todo trayectos de un día. Para él, eso no es ningún problema, al fin y al cabo, en casa es donde mejor se duerme. «Mi familia es la recompensa más importante». Además, sus hijos están impresionados con el camión. «Vivimos en una zona industrial, así que los fines de semana puedo aparcar el camión en la puerta de casa. Entonces llegan nuestros gemelos de seis años y quieren subirse». A su hijo de 14 años ya se lo ha llevado de viaje una vez. «No había quien lo sacara del camión, ni siquiera durante los descansos».


Fotos: Michael Neuhaus

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