Transporte de materiales de construcción: Vladimir Vasilev lleva 17 años conduciendo camiones

Panorama

Puro acero.

Vladimir Vasilev conduce su Actros 1848 por la sierra del Moncayo. La carga: estructuras de metal para hormigón armado.


“¡Está en todo lo que nos rodea!”, afirma Vladimir Vasilev mientras señala a su alrededor con ambas manos. Y no le falta razón: edificios, túneles, puentes y todo tipo de obras industriales están compuestas de hormigón armado. Vladimir lleva 17 años transportándolo.

Este profesional conduce un Actros 1848 con el que carga barras de acero corrugado en una siderúrgica de Bilbao hasta una fábrica en Teruel donde son transformadas en estructuras metálicas para hormigón armado, estructuras que Vladimir también transporta a su destino final, en este caso, París.

“Me gusta lo que hago”, dice con una amplia sonrisa. Antes de iniciar su ruta, Vladimir siempre se asegura de que la carga esté bien acondicionada, que la lona de techo cubra perfectamente la parte superior del tráiler, que el camión esté impecable por dentro y por fuera.



Un segundo hogar.

“La cabina es a la vez mi puesto de trabajo y mi segundo hogar, no basta con que sea funcional, tengo que sentirme cómodo en ella”, comenta. “En el Actros me siento como un rey en su trono”, añade.

A pesar de contar con 17 años de experiencia al volante, Vladimir no descuida la atención en carretera. Desde que utiliza Predictive Powertrain Control, cuando acaba la jornada apenas nota fatiga.

“El sistema supone una extraordinaria ayuda para lograr una conducción segura y eficiente”, dice.


Vladimir lleva 20 de sus 37 años viviendo en España. Nacido en el sur de Bulgaria, echa de menos el paisaje montañoso del macizo Rila y en especial su pico más alto, el Musala, de casi 3.000 metros de altura, que sustituye ahora con la aragonesa sierra del Moncayo.

“Será deformación profesional, pero cuando no está nevada, la silueta de la cumbre del Moncayo se diría hecha de acero”, dice riendo.


Fotos: Begoña Tremps

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