Vehículo robusto, conductor prudente: Felix Amann conduce el nuevo Arocs, 3.ª parte

Serie: los clientes prueban el nuevo Arocs

Barro hasta las rodillas.

El nuevo Arocs es ahora aún mejor gracias a su tecnología vanguardista, pero conserva su auténtico espíritu Arocs. 3.ª parte del reportaje.

El nuevo Arocs en una pista de gravilla, robusto como siempre y ahora con un enorme avance en cuanto a sistemas innovadores.
El nuevo Arocs en una pista de gravilla, robusto como siempre y ahora con un enorme avance en cuanto a sistemas innovadores.
Como en casa en el terreno más difícil: así es el nuevo Arocs.
Como en casa en el terreno más difícil: así es el nuevo Arocs.
Como en casa en el terreno más difícil: así es el nuevo Arocs.
Como en casa en el terreno más difícil: así es el nuevo Arocs.
Como en casa en el terreno más difícil: así es el nuevo Arocs.
Como en casa en el terreno más difícil: así es el nuevo Arocs.
Recorriendo la obra sin esfuerzo con casi 27 toneladas de gravilla a bordo: Felix puede conectar el Hydraulic Auxiliary Drive y accionar así las ruedas delanteras.
Recorriendo la obra sin esfuerzo con casi 27 toneladas de gravilla a bordo: Felix puede conectar el Hydraulic Auxiliary Drive y accionar así las ruedas delanteras.
Según la ubicación, se pasa por el sistema de lavado de neumáticos o por el sistema de lavado general, pero la flota de Meichle + Mohr siempre sale limpia de las cocheras.
Según la ubicación, se pasa por el sistema de lavado de neumáticos o por el sistema de lavado general, pero la flota de Meichle + Mohr siempre sale limpia de las cocheras.
Parada para repostar: con el nuevo Arocs, Felix consume mucho menos combustible.
Parada para repostar: con el nuevo Arocs, Felix consume mucho menos combustible.

Felix circula con su siguiente carga. El nuevo Predictive Powertrain Control controla la velocidad hasta la señal de entrada a población, y a partir de entonces Felix se hace cargo con el acelerador. «Atravesamos localidades a veces muy pequeñas con vehículos grandes y pesados. Por eso, en la filosofía de la empresa es fundamental la seguridad y una conducción conscientemente prudente», afirma Felix, que lleva 24 años al volante de un camión.


Sin prisas.

Por lo mismo, tampoco hay presión de tiempo en cuanto a disponibilidad. Felix: «En nuestra empresa nunca me ha pedido nadie que acelere. Nadie quiere arriesgarse a que el estrés produzca un accidente y que alguien salga dañado. También nuestro director de flota nos repite siempre que debemos mantener la calma y evitar todas las prisas».

Unos kilómetros más allá frena, gira a la derecha y hace el semirremolque rodar sobre el terreno de una obra. Los surcos hasta la altura de las rodillas recuerdan más a un campo recién arado que a un camino. Felix conecta el bloqueo del diferencial y añade el Hydraulic Auxiliary Drive. La bomba hidráulica que hay bajo la cabina del conductor empieza a zumbar. «Con un vehículo tractor normal, el viaje habría llegado a su fin. Por aquí solo se puede pasar si llevas tracción en las ruedas delanteras», explica Felix y pisa cuidadosamente el acelerador.


Cuesta arriba con energía.

El Arocs avanza enérgicamente cuesta arriba, y las casi 27 toneladas de gravilla que hay en la caja-volquete le siguen obedientes. Pequeños golpes, movimientos por todas partes... pero el rígido alojamiento de la cabina del conductor y su construcción plana no dejan de transmitir una buena sensación. Ahora viene el pronunciado descenso. Dentro el retardador, que ya actúa sobre el eje motriz. Adicionalmente, pisa con cuidado el freno para que también frenen el eje delantero y los tres ejes del semirremolque. Siempre casi hasta deslizarse... y poco antes de la suela, se suelta el freno y se deja rodar. Felix: «Ni un problema. Es cierto que se necesita un poco de tacto, pero uno siempre tiene bajo control todo lo que sucede».

Felix está de nuevo en carretera rumbo a Radolfzell, con el impresionante panorama de Hegovia ante el parabrisas. «Lo magnífico de conducir un camión es la libertad, la vista de la maravillosa naturaleza en todas las estaciones del año, estar al aire libre, estar siempre en camino. Es increíble la cantidad de cosas que veo en un día completamente normal».


Unos kilómetros más y ya está de regreso en el recinto de la empresa. Lavar el camión, repostar... y el trabajo está hecho por hoy. Un buen día en el nuevo Arocs.


Fotos: Christoph Börries

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