Trucking Milestones: 1976: el helado es el protagonista

Serie: Trucking Milestones

¡Feliz temporada del helado!

En el año 1976, una flota enorme abastece a los fans de los helados Schöller. En ella figuran cuatro «estrellas» como el LP 808.

Menuda flota: a mediados de la década de 1970, más de 1.400 camiones y vehículos de transporte recorrían las carreteras con el logotipo de Schöller, muchos de ellos con la estrella.
Menuda flota: a mediados de la década de 1970, más de 1.400 camiones y vehículos de transporte recorrían las carreteras con el logotipo de Schöller, muchos de ellos con la estrella.
Menuda flota: a mediados de la década de 1970, más de 1.400 camiones y vehículos de transporte recorrían las carreteras con el logotipo de Schöller, muchos de ellos con la estrella.
Menuda flota: a mediados de la década de 1970, más de 1.400 camiones y vehículos de transporte recorrían las carreteras con el logotipo de Schöller, muchos de ellos con la estrella.
Menuda flota: a mediados de la década de 1970, más de 1.400 camiones y vehículos de transporte recorrían las carreteras con el logotipo de Schöller, muchos de ellos con la estrella.
Menuda flota: a mediados de la década de 1970, más de 1.400 camiones y vehículos de transporte recorrían las carreteras con el logotipo de Schöller, muchos de ellos con la estrella.

¿Puede haber algo peor que un día de verano lluvioso? Pues sí: ¡un día de verano soleado con el arcón de los helados vacío en el supermercado o en la piscina! El año pasado, cada alemán consumió una media de casi 120 bolas de helado. En algunos países de Europa, el apetito por el frío manjar es incluso mayor.

Para garantizar que los más golosos no se queden sin existencias, los fabricantes de helado trabajan a marchas forzadas. Esto ya era así allá por 1976, tal como recogió la revista «Transport» en su artículo sobre Schöller Lebensmittel KG, actualmente FRONERI Schöller. En aquel momento, la empresa contaba con una de las flotas privadas más grandes de lo que entonces era la República Federal de Alemania: más de 1.400 camiones y vehículos de transporte con semirremolques refrigerados dentro de una ingeniosa red de distribución.


Máxima higiene en la elaboración, máxima rentabilidad en el transporte: los grandes fabricantes de helados no dejan nada en manos del azar, ni entonces ni ahora.
Máxima higiene en la elaboración, máxima rentabilidad en el transporte: los grandes fabricantes de helados no dejan nada en manos del azar, ni entonces ni ahora.
Máxima higiene en la elaboración, máxima rentabilidad en el transporte: los grandes fabricantes de helados no dejan nada en manos del azar, ni entonces ni ahora.
Máxima higiene en la elaboración, máxima rentabilidad en el transporte: los grandes fabricantes de helados no dejan nada en manos del azar, ni entonces ni ahora.

¡El Mercedes de los helados ya está aquí!

La mayoría de aquellos vehículos —que debían deparar una «feliz temporada del helado» según el famoso eslogan de Schöller— llevaban la estrella. Según el tipo de transporte, se usaban camiones muy distintos. Si había que recorrer distancias medias, la elección recaía en la serie LP 808 de Mercedes, entre otras. Para las rutas largas se recurría por ejemplo al LP 1418. El tráfico de reparto se hacía con el L 406 D o el L 408. Por sí solos, estos vehículos de transporte ya sumaban en total más de 500 ejemplares dentro del parque móvil.

Con una flota tan grande, hace más de cuatro décadas ya se intentaba explotarla con la máxima rentabilidad. Los expertos en logística de Schöller utilizaban un sistema de fichas de mapas para realizar los cálculos correspondientes. Por otra parte, aunque la flota era muy grande, el equipo de gestión era muy reducido: solo había diez empleados para la gestión y otros diez se encargaban de las pequeñas reparaciones. Pero se las arreglaban para garantizar el suministro a los clientes. Una simple llamada… ¡y el Mercedes de Schöller está de camino!


Fotos: Daimler AG

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