Consumo de combustible: Marcotran ahorra un 5 % con PPC
Vehículo & Técnica
Javier Jiménez recorre grandes distancias desde Zaragoza hasta los países del Este. Con PPC consigue ahorrar hasta un 5% de combustible.
Para Javier Jiménez el nuevo Actros presenta muchas mejoras —también su mujer aprecia el que ahora trabaje con más seguridad y confort.
Nunca pensé que fuese posible fabricar algo semejante”, asegura Javier Jiménez. Y es que su nuevo Actros viene equipado con PPC (Predictive Powertrain Control, por sus siglas en inglés), un sistema que adapta el cambio automático a la topografía de la ruta. “¡Ahorro hasta un 5 % de combustible!”, exclama.
Este profesional tiene 25 años de experiencia, los mismos que lleva trabajando para Marcotran, firma especializada en el transporte internacional. “En estas dos décadas y media he visto evolucionar la tecnología aplicada a los camiones pero, sinceramente, PPC supera todo lo imaginable”, dice.
Javier Jiménez suele transportar piezas del sector de la automoción. Una de sus rutas principales es Zaragoza-Polonia, ciudades en las que se encuentran la sede y una de las delegaciones de la firma, respectivamente. “Disfruto haciendo internacional”, dice, “no me canso de estar en carretera”.
Javier explica cómo funciona PPC: “El sistema estudia el perfil de la ruta y adopta la marcha adecuada para optimizar el consumo”. El resultado es que el camión utiliza al máximo su propio impulso y aprovecha la inercia tanto en las subidas como en las bajadas. Todo ello se traduce en un ahorro en combustible del 5 %. “A más rentabilidad, más eficiencia”, afirma Javier.
La empresa para la que trabaja es conocida por unir Zaragoza-Kiev o Alicante-Moscú en tiempo récord: la sincronización de plantilla y recursos es exhaustiva”, dice, y añade que la omnipresente red de Postventa de la estrella es otro factor clave.
Javier suele participar en la ruta Alicante-Moscú que vía Polonia y Bielorrusia une 4 200 km en 84 horas. En Polonia, cuando Javier se baja del camión sube a cabina otro compañero, poniendo a prueba la rentabilidad y durabilidad del nuevo Actros. “Eso es posible gracias a los espaciados mantenimientos”, dice. Y añade que sólo los camiones más robustos resisten temperaturas bajo cero y cientos de kilómetros de carreteras sin asfaltar.
Casado y con dos hijos, reconoce que el pasar tanto tiempo fuera de casa puede resultar duro para la familia. “Hasta mi mujer está más contenta desde que conduzco un nuevo Actros”, dice, “pues sabe que trabajo cómodo y seguro”.
Cuando regresa a casa, a Gallur, un municipio a 45 km de Zaragoza, le gusta pasear por la sierra del Moncayo y practicar enduro “con más técnica que fuerza pues ya empieza uno a tener una edad”, dice sonriendo. Pero para técnica, según Javier, la de la estrella. “En el nuevo Actros se han tenido en cuenta todos los detalles”, dice, y asegura que el diseño de la cabina le permite moverse con libertad tanto a la hora de trabajar como a la de descansar, entretenerse o dormir. “Conduzco más relajado”, dice, y explica que los menús del nuevo cuadro de instrumentos son sencillos e intuitivos, facilitando un acceso rápido a cualquier información relevante.
Cuando está en ruta, durante los tiempos de descanso obligatorio, Javier lee revistas del sector o charla con algún compañero. “Con los tacógrafos digitales estamos muy limitados a la hora de elegir cómo y dónde hacer las paradas”, comenta. Con todo y con eso, Javier hace lo posible por coincidir con compañeros de profesión de su “quinta”. “Casi siempre terminamos hablando de camiones, de rutas y carreteras”, dice encogiéndose de hombros, “supongo que lo llevamos en la sangre”.
Javier y sus colegas coinciden en que hoy en día el transporte es menos exigente físicamente que antes: “ahora ni siquiera utilizamos los pies para conducir. Con las manos controlamos todo”. Por otro lado, consideran que sobra normativa. A su juicio, sólo hay una cosa que no ha cambiado a lo largo de todo este tiempo: “El que se sube a un camión es porque le gusta”.
Fotografías: Begoña Tremps de Pablo
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