Wiesław Starostka: un conductor de camiones muy experimentado

Reportaje

Diésel en la sangre.

Wiesław «Wodzu» lleva 35 años detrás del volante. A pesar de eso, el experimentado conductor sigue abierto a lo nuevo y le gusta aprovechar las oportunidades que tiene para probar otros vehículos.

Wiesław «Wodzu» Starostka sigue siendo fan de las motos.


Quienes se imaginan a los camioneros como cowboys modernos, no quedaría decepcionado al ver a Wiesław con un chubasquero, sombrero y botas de cowboy subido a su moto con sidecar. Este vehículo histórico suele estar en el garaje de la empresa Duhabex, en Trzebin, en la que trabaja. Sin embargo, hoy ha sacado su clásico y ha puesto en marcha el motor. «Me encantan las motos», dice Wiesław. «Es el último carnet que me he sacado. Tengo una «chopper» desde hace un par de años; más tarde hablamos de ella».


Normalmente, Wiesław conduce un Actros con semirremolque cisterna para Duhabex. En la imagen, lleva un camión articulado normal.
Normalmente, Wiesław conduce un Actros con semirremolque cisterna para Duhabex. En la imagen, lleva un camión articulado normal.

Experiencia y buen rollo.

«Wodzu» («jefe») en su máxima expresión. El apodo se lo puso su primer jefe en una empresa de tratamiento de aceites en Trzebin. En Duhabex, el conductor trabajaba como responsable del departamento de servicio postventa. En aquel entonces, la empresa cubría el 80% del tráfico de cercanías público de Trzebin.

A menudo, él mismo se sentaba detrás del volante de alguno de los autobuses. Actualmente, tiene más de 35 años de experiencia profesional. Durante ese tiempo, ha conducido camiones de muchos tipos distintos.

«Los conductores jóvenes no han viajado con esos aparatos, por eso no saben apreciar cómo la tecnología moderna facilita la vida y aumenta el confort», dice Wodzu parpadeando.


Normalmente, «Wodzu» conduce un Actros con semirremolque cisterna. Solo a veces conduce carros de toldo. El primer tipo de transportes no es el más fácil precisamente. «Esta tarea requiere experiencia y buen rollo», dice Wiesław. «Hay que tener mucho cuidado, sobre todo en curvas y rotondas, y tener siempre presente que hay que cumplir las fechas de entrega», dice el conductor. «Por suerte, FleetBoard me ayuda a controlar las cifras índice más importantes.  En ese sistema se registra cada componente de un pedido. También me da mucha información importante sobre el vehículo, sobre las próximas revisiones o si es necesario cambiar alguna pieza desgastada. Así me puedo concentrar en mi trabajo y el jefe está más tranquilo».

«Wodzu» domina el arte de conducir y lo demuestra con cada maniobra. A pesar de ser un viejo zorro, está abierto a las nuevas tecnologías disponibles actualmente. De vez en cuando, incluso le deparan alguna sorpresa. «Los vehículos están equipados de tal manera que parece que cualquiera puede hacerlo todo. Por ejemplo, el Actros tiene sistemas de seguridad ideales que permiten que el camión frene por completo. Hace pocos años, eso era impensable», explica. «Pero toda esta tecnología solo nos sirve si la utilizamos de forma inteligente. Un conductor no solo debe tener diésel en la sangre, sino también debe seguir aprendiendo durante toda su vida».


Wiesław se siente como en casa en la cabina del Actros: es un auténtico conductor de larga distancia.


La conducción de bajo consumo compensa.

En Duhabex lo saben y, por eso, la empresa ofrece formaciones continuas sobre el tema. Para ello, cuentan con el apoyo de Sobiesław Zasada Automotive, un concesionario de Cracovia-Modlnica que atiende a la empresa. «En las formaciones, los conductores aprenden sobre todo a practicar una conducción de bajo consumo. Para una flota de nuestro tamaño, de 230 vehículos, cada litro menos es una ganancia real. Para los conductores, la conducción de bajo consumo también compensa, porque una parte de los costes que nos ahorramos se les devuelve en forma de prima», dice Wiesław.

Mañana, «Wodzu» conduce de vuelta a Holanda, a trabajar en el centro que Duhabex tiene allí. Normalmente está de viaje cuatro semanas y luego vuelve una semana a Polonia. «En la sede de Holanda puedo contar con el apoyo incondicional de los compañeros. La atmósfera es muy familiar, como en toda la empresa. A menudo alguien se encarga de cocinar. Cuando uno ha conducido durante dos días, un almuerzo con los compañeros se disfruta», cuenta. «Además, en mi Actros me siento como en casa: en la cabina tengo todo lo que necesito, sobre todo una cama cómoda y un frigorífico».

Para una persona con tanta curiosidad por conocer el mundo, el trabajo como conductor de largas distancias, aunque sea duro, tiene ventajas claras. «He tenido la suerte de haber conocido una buena parte del mundo en los más de 30 años que he estado tras el volante. Siempre he intentado ver todo lo posible, aprovechar cada momento. Ahora, leo libros en las pausas».

El mayor problema para un conductor es estar separado de la familia. Por eso, Wiesław siempre se ha llevado en sus viajes a su mujer y a veces a sus hijas, incluso cuando eran muy pequeñas. «A la mayor se lo he pegado», cuenta «Wodzu» riendo. «Empezó como mi ayudante y luego se hizo conductora. Ahora tiene una hija y, por suerte, ha elegido otra carrera profesional».

«No todos los matrimonios tienen un trabajo así», dice Wiesław. «A día de hoy, trato de pasar todo el tiempo que puedo con mi familia.  He vendido la chopper y hemos comprado un yate. Para las próximas vacaciones, he planeado una vuelta a Polonia con mi mujer: Pasaremos por el canal de Gliwice, atravesaremos Kędzierzyn-Koźle y Opole hasta Szczecin y vuelta. Durante el camino, nos tomaremos nuestro tiempo para descansar y ver las atracciones turísticas. «¡También tendremos tiempo para nosotros y podré utilizar mi carnet de patrón de barco!»


No se le puede reprochar a Wiesław que no le guste el agua: navegar es su segunda casa.


Fotos: Krzystof Skłodowski

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