En la cantera de yeso con Carlos Javier López y su Arocs

RoadStars acierta

Solo personal autorizado.

Carlos Javier López y su Arocs participan en la explotación de una de las mayores reservas de yeso de España.


Bajo el aparente gesto duro de Carlos Javier López se encuentra una personalidad sencilla y amable. “Soy como el material que transporto: puedo endurecerme como una roca o deshacerme como arena entre los dedos”. Este profesional lleva cinco años participando en la explotación de una de las mayores reservas de yeso de España: los Monegros. A los pies de este desierto se encuentra la cantera del municipio de Gelsa (provincia de Zaragoza) de donde se extraen anualmente 350 000 toneladas de yeso.

En la cantera a cielo abierto, el reflejo del sol sobre las montañas de yeso obliga a entrecerrar los ojos —¡demasiada luz!—, nada que moleste a Carlos Javier. “Me encanta la claridad de este paisaje desértico, es como estar en otro planeta”, dice. La firma para la que trabaja se encarga de la explotación completa de la cantera: desde la extracción a la trituración, clasificación y transporte. De vez en cuando se escucha a lo lejos el sonido de una voladura. “La cantera es como un organismo vivo”, explica.


“Me encanta la claridad de este paisaje desértico, es como estar en otro planeta”.

– Carlos Javier López, conductor


Organismo vivo.

Carlos Javier sitúa el volquete bajo el silo que suministra el yeso ya triturado, baja del camión y se dirige al cuadro de mandos que hay en una de las vigas sobre las que se apoya el silo amarillo. Allí indica las toneladas que desea cargar —26 en esta ocasión— y acciona el botón de descarga. En total el proceso dura unos ocho minutos durante los cuales Carlos Javier mueve el camión hacia delante hasta en cinco ocasiones (algo más de medio metro en cada una de ellas) para facilitar el reparto equitativo de la mercancía en el volquete.

Apenas hay viento, lo que contribuye a dar mayor sensación de aislamiento en esta alejada cantera. Al poco, Carlos Javier levanta la mano y saluda a un compañero que acaba de entrar en la cantera y procede a ubicar su volquete bajo otro de los silos de descarga situado una decena de metros más allá.



Desde hace 35 años en el transporte de obra.

A sus 58 años, Carlos Javier cuenta con 35 de experiencia en el transporte de obra: “no me imagino haciendo otra cosa y tampoco lo deseo”, dice mientras comprueba que la carga se ha realizado correctamente. A continuación, cierra la lona y se dirige con el blanco material a la planta de Placo Saint-Gobain en el municipio de Quinto —fábrica de tabiques de yeso laminado. Carlos va y viene de la cantera a la fábrica hasta diez veces al día, lo que supone un total de 325 km diarios.

A bordo de su Arocs 2045, Carlos Javier no se cansa de disfrutar de las vistas que le ofrece el trayecto. En unos minutos deja atrás el camino no asfaltado. “Este modelo es versátil”, dice, “funciona bien tanto en carretera como en obra”. Cada vez que cruza el puente sobre el río Ebro que une la cantera con la carretera A-1105, se siente profundamente afortunado. El río más caudaloso de España siempre luce hermoso.


Fotografías: Begoña Tremps

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