Transporte de mineral en Laponia: una tarea a la medida del Arocs

Reportaje

MAESTRÍA SOBRE HIELO.

En el recio norte de Finlandia, a poca distancia del Círculo Polar, se encuentra la mayor mina de mineral de cromo de Europa. En este entorno de nieve y hielo, el Arocs hace gala de sus cualidades.

Dos tipos duros: Samuli Suorsa y su Arocs 3251.


Para entender a los finlandeses conviene hacer un pequeño viaje a Laponia. Por ejemplo, a Tornio. Esta ciudad costera situada en el extremo más septentrional del mar Báltico se encuentra tan solo a unos 90 kilómetros del Círculo Polar. Hacia el oeste se encuentra la frontera con Suecia. Los veranos son breves, y los bosques parecen no tener fin. Los vientos gélidos, la nieve y el hielo se adueñan de estos parajes casi 200 días al año.

«¿Quieres saber de verdad cómo somos los finlandeses? ¡Pues sube por ahí!», sentencia Samuli Suorsa mientras señala la pendiente del 14% que se alza ante él. En lo alto se encuentran los silos en los que descarga su mercancía: 50 toneladas de mineral de cromo procedentes de una mina cercana. Si le sumamos el peso de su Arocs 3251, son 76 toneladas que tiene que aupar hasta lo alto de esa loma.

A tan solo unos metros de la carretera, las placas de hielo se mecen en las aguas del Báltico. Samuli pisa a fondo el acelerador y se alegra de disponer de un cambio automático: «Con el Mercedes PowerShift 3 puedo mantener las marchas más tiempo.» El Arocs aborda la pendiente a 50 km/h. A todo gas asciende por la sinuosa carretera. Al llegar a la cima, el tacómetro todavía marca una velocidad de 20 kilómetros por hora. «El resto de los camiones apenas alcanza a llegar hasta aquí», cuenta Samuli. Sobre todo con la carretera congelada y resbaladiza, este tramo se convierte en un auténtico reto para el conductor y su vehículo. «Pero con mi Arocs tengo siempre la certeza de que podré superar la pendiente por muy adversas que sean las circunstancias», explica Samuli.

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