Con su bomba de hormigón Arocs, Bernard Batelle abastece las obras del Paso de Calais

Vehículo y tecnología

Con una gran «bomba».

Bernard Batelle abastece hormigón a las obras del departamento de Paso de Calais. Con su mástil de distribución de 52 m de longitud, la bomba montada en sobre un Arocs tiene un alcance verdaderamente notable.

Bernard Batelle ha extendido las patas de apoyo delanteras del camión lo bastante alto como para que su bomba de hormigón quede en posición horizontal sobre la calzada ligeramente descendiente.


Las ruedas delanteras del Arocs 8×4 verde están suspendidas en el aire. ¡Lo normal! Bernard Batelle ha extendido las patas de apoyo delanteras de su camión lo bastante alto como para que su bomba de hormigón quede en posición horizontal sobre la calzada ligeramente descendiente. Es entonces cuando gira el mástil de 52 m sobre el gigantesco agujero excavado en Wimereux. En esta pequeña ciudad termal a 12 km al norte de Boulogne-sur-Mer, está construyéndose actualmente un nuevo complejo de edificios con viviendas y locales comerciales.

Mientras la hormigonera se acopla al embudo por su parte trasera, el conductor nos habla de su trabajo: «No todos los días tenemos que bombear 300 m³ como hoy», nos cuenta. «¡Es una cantidad considerable!»

Bernard es empleado de Transports Samyn, una empresa especializada en el alquiler de maquinaria de obra, volquetes, vehículos grúa y bombas de hormigón.

Todos ellos con y sin conductor. «Las bombas las encargan normalmente las fábricas de hormigón», explica. «Y como se requiere mucho tacto y experiencia para manejarlas, necesitan maquinistas como yo.» La selección de la bomba suele ser tarea del jefe de obra. Si este no está del todo seguro, un especialista de la empresa de Bernard se acerca a la obra para analizar los requisitos.


«Me gusta este trabajo. Se hace al aire libre y siempre hablas con alguien.»

Bernard Batelle, conductor de bombas de hormigón en Transports Samyn



Nuestro maquinista de 52 años lleva 30 años conduciendo camiones y 28 de ellos bombeando hormigón. Así que ha trabajado con todo tipo de máquinas: bombas de rotor, de émbolo, bombas con mástil de distribución de 18 m y de 52 m. «No es precisamente fácil moverse por ciudad con un mástil de 52 m», afirma. «Hace falta espacio suficiente para poder montarlo».

Sin duda alguna, a Bernard le encanta su trabajo: «Se hace al aire libre y siempre hablas con alguien». Valora en especial su alto grado de independencia. Por la tarde recibe los encargos del día siguiente telefónicamente.

«También llevo vehículos grúa o remolques de plataforma baja». Pero, cuando tiene que bombear hormigón al día siguiente, por la tarde se va a casa con su Arocs. Y no menos importante: el bombeo está mejor pagado que el resto de sus actividades.


Fotos: Hans Müller

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