El Unimog U 430 en el pabellón de esquí de fondo

La temperatura es 7 grados bajo cero. Los pilares se alzan hacia el techo del pabellón como si de una catedral se tratara. Entre ellos se mueven los grandes profesionales de los deportes de invierno. El equipo masculino italiano de esquí de fondo entrena una vuelta tras otra. Y mientras los atletas paralímpicos estadounidenses se preparan para entrenar, el nuevo Unimog U430 con su fresadora para nieve de Kahlbacher carga la nieve artificial recién fabricada, desde los cañones a un camión. El pabellón de esquí DKB en Oberhof, en Turingia, permite a los profesionales de esquí de fondo y de biatlon entrenar durante todo el año y es la piedra angular de este centro de deportes de invierno. El pabellón, una iniciativa de la federación alemana de esquí, fue construido en 2009 y dispone de un total de dos kilómetros de pistas en una superficie de 10.000 metros cuadrados.

Veiko Gerber, empleado del parque de máquinas y conductor del Unimog, realiza sus trabajos más espectaculares en el pabellón de esquí, que aquí muchos llaman el «túnel»: «En este pabellón he pasado ya muchas noches al volante. En el año 2014, cuando no nevó lo suficiente en Oberhof para celebrar el Campeonato Mundial de biatlón, disponíamos aquí de varios metros de nieve artificial», cuenta Gerber, señalando el enorme pabellón central. «La cargábamos en camiones utilizando la fresadora y la transportábamos a las pistas.» Para que no tuviera que anularse la competición, tuvimos que transportar nieve desde el estadio del Schalke hasta la meca del biatlón. Los cuatro cañones de nieve propios proporcionaron adicionalmente en 24 horas ocho metros cúbicos de nieve fresca cada uno.