Rehabilitación ecológica de antiguas zonas de extracción de uranio con 25 Arocs

Las angostas pistas de grava se abren paso entre las altas hierbas de esta inmensa llanura desprovista de árboles. Las escombreras de tierra roja se alzan hacia un cielo descolorido. Con una nube de polvo a la zaga, se aproxima desde el horizonte un Arocs 8x6 de color rojo. Se encarama sin esfuerzo hasta lo alto de la rampa, frena y se detiene. Se abre la puerta y Michael Riedel, un gigante donde los haya, desciende los peldaños de la cabina. Un vehículo del calibre del Arocs es una herramienta imprescindible para las tareas de desescombro de la DFA Transport und Logistik GmbH en el centro de la empresa Wismut en Culmitzsch.

Desde 1991 trabajan sin descanso en esta tarea de dimensiones épicas. 1.500 kilómetros de explotaciones a cielo abierto, 311 millones de metros cúbicos de material apilado en escombreras: la minería de uranio ha dejado profundas heridas en el paisaje de Turingia y Sajonia. Y sin embargo, cada día que pasa las heridas se hacen un poco más pequeñas. Eso se debe a Riedel, a sus compañeros de la DFA Logistik y a los 25 nuevos volquetes trilaterales Arocs 4142, de ellos 22 con fórmula de tracción 8x6. Desde 1991 los enormes recintos de extracción están siendo saneados y rehabilitados bajo la batuta de la empresa Wismut GmbH, en propiedad del gobierno federal. La DFA, antigua empresa de transporte de la sociedad anónima germano-soviética Wismut, fue privatizada en 1990 y es la columna vertebral de la logística en las tareas de relleno de los cráteres causados por la explotación a cielo abierto. Lógicamente, el parque móvil de la DFA es grande y robusto. Aproximadamente un 70 por ciento de los volquetes dispone de tracción integral.

Hoy en día, Riedel pone a prueba por primera vez las aptitudes del nuevo Arocs 4142 en este recinto de Wismut. En los años noventa comenzó a trabajar como conductor en la DFA, y hoy se encarga además de supervisar el parque móvil en calidad de instructor de conductores. «El cambio automático Mercedes PowerShift 3 es realmente bueno. Y el modo de balanceo nos es muy útil a la hora de liberar un camión atascado», afirma Riedel.

Una gran parte de las tareas de rehabilitación ecológica ya ha finalizado. En el centro de la empresa en Ronneburg, cerca de Gera, se han cerrado ya todas las antiguas minas. «Hemos inundado todos los pozos subterráneos», cuenta Riedel. Diez kilómetros más al norte, en Ronneburg, el gerente de la DFA, Michael Hulm, pasea la mirada satisfecho por las amplias superficies vacías. Son las zonas de aparcamiento de sus vehículos. Pero ahora están todos ocupados, no solo en las instalaciones de Wismut, sino repartidos por toda Alemania. «Como cabe esperar que el proyecto de Wismut finalice algún día, hemos ido diversificando nuestras tareas.» Los volquetes rojos de la DFA se pueden ver en las obras de las autopistas o en el gran proyecto «Stuttgart 21».