Froneri Schöller distribuye helado con su propia flota de Actros

Vehículo y tecnología

A temperaturas gélidas.

El helado debe llegar al comercio en perfectas condiciones. Froneri Schöller lo consigue en gran medida gracias a sus propios camiones. Para el transporte a larga distancia, este fabricante apuesta por el Actros.

Una dulce pausa. El personal, como en este caso Malte Abraham, electricista del almacén parcialmente automatizado, puede permitirse tomar un helado de vez en cuando.
Una dulce pausa. El personal, como en este caso Malte Abraham, electricista del almacén parcialmente automatizado, puede permitirse tomar un helado de vez en cuando.
Un clásico rojo. El helado “Bum Bum”, con relleno de chicle en el palo, es uno de los numerosos productos que Froneri Schöller elabora en Uelzen.
Un clásico rojo. El helado “Bum Bum”, con relleno de chicle en el palo, es uno de los numerosos productos que Froneri Schöller elabora en Uelzen.

Hay quien lo relaciona con el frío, con paisajes árticos. En cambio, para muchos otros, el término “helado” tiene que ver sobre todo con el verano, con momentos de placer en una terracita, en la piscina o en la playa. En cucurucho, palo o tarrina: ¡a los alemanes les encanta el helado! El sector del helado mide en litros la afición a este frío manjar, y en torno a ocho son los litros que cada alemán consume al año. No importa si el verano viene pasado por agua o si la bolsa baja: estas cifras se mantienen prácticamente sin cambios desde comienzos de siglo. ¡Verano es sinónimo de helado!

Una parte nada deleznable de la demanda anual se cubre en Uelzen, en el estado alemán de Baja Sajonia, en la fábrica de Froneri Schöller. La primera parte de este nombre compuesto, relativamente reciente, es el resultado de dos grandes encuentros en el sector de los helados: en 2002, Schöller fue adquirido por Nestlé. “En octubre de 2016, Nestlé y el fabricante británico Richmond & Roncadin fundaron la empresa conjunta Froneri aunando así, entre otros, su actividad heladera”, explica Uwe Betz, director de Gestión de Transportes y, por tanto, co-responsable de que las mercancías se pongan en camino.


“Para nosotros, lo principal son los intervalos de recepción de mercancías por parte de los clientes, que en los últimos años se han ido reduciendo cada vez más, por lo que es esencial que no haya ninguna avería.”

Uwe Betz, director de Gestión de Transportes, Froneri Schöller GmbH


La segunda parte del nombre se debe a un fabricante de gran tradición de Alemania que en un vídeo publicitario anunciaba el verano, con un juego de palabras, como la feliz llegada de la “Ice Age”. La marca Nestlé Schöller se mantiene sin cambios, y la nueva empresa conjunta Froneri Schöller GmbH produce desde entonces en Uelzen como fabricante con licencia de marca.

Ya sea el clásico cono de avellana de Schöller, una novedad como el “Pirulo Piña” o las tarrinas de helado también fabricadas en Uelzen bajo la marca corporativa Mövenpick: todo cuanto sale de sus instalaciones de producción va dirigido sobre todo al mercado nacional. Principalmente a través de dos vía de distribución. “La primera vía se dirige al comercio minorista de alimentación, es decir, a los centros de distribución de las cadenas de supermercados”, explica Betz.

Los destinos de la segunda vía de distribución son los siete almacenes regionales que gestiona para Froneri Schöller una empresa de servicios. “Desde allí, el helado se transporta, sobre todo con camiones ligeros y furgonetas, a través de nuestra red local de distribución a cafeterías, quioscos y restaurantes.” La flota se gestiona desde Núremberg, en Baviera, donde Froneri Schöller GmbH tiene su sede.

Los buques insignia de su parque móvil son los camiones para transporte a larga distancia con los que el helado se lleva a los centros de distribución y a los almacenes regionales. Todos estos 46 camiones, sin excepción, son Actros, una decisión muy consciente según nos explica Willibald Blank.


En calidad de gestor de flota, es el responsable de todas las cuestiones técnicas relacionadas con el parque móvil. Uwe Betz añade: “Para nosotros, como productor de los denominados fast moving consumer goods (bienes de rápido consumo), lo principal es respetar los intervalos de recepción de mercancías por parte de los clientes, que en los últimos años se han ido reduciendo cada vez más, por lo que es esencial que, a ser posible, no haya ninguna avería. Y en ello nos es de gran ayuda el conjunto completo de Mercedes-Benz.”

La principal característica de este conjunto completo para el gestor de flota Willibald Blank: la elevada fiabilidad de los camiones. Si en algún momento llega a producirse una avería, sabemos que podemos contar con la amplia red de servicio de Mercedes-Benz que, para nosotros, es sinónimo de asistencia rápida y fiable. “Naturalmente, también nos fijamos en la rentabilidad, ya sea consumo, valor restante o incluso modalidades de retorno del vehículo al término del contrato de leasing.” En palabras de Willibald Blank, al final “se ha establecido a lo largo de décadas una excelente cooperación”.

Una cooperación que en la década actual ha llevado a que la empresa llegase a participar ya en cuatro rondas de prueba por parte de conductores profesionales con las últimas generaciones de motores para el Actros. El último en someter a ensayo fue el compacto OM 470 de segunda generación, que Froneri Schöller probó a partir de principios de 2016. “Por ejemplo, demostró que desarrolla su potencia máxima de 315 kW ya a un régimen de 1.600 revoluciones por minuto, antes que su predecesor, que alcanzaba dicho valor a 1.800. Esto aporta un plus en confort de conducción. También el consumo es considerablemente menor.” Actualmente, la flota incluye 19 Actros equipados con este nuevo grupo.


Además de los camiones para transporte de larga distancia, la flota de Froneri Schöller GmbH incluye aproximadamente 250 camiones ligeros y furgonetas para el posterior transporte en corta distancia desde los almacenes regionales. En este segmento, el porcentaje de Mercedes-Benz también es elevado: tres de cada cuatro vehículos son Atego y Sprinter con caja frigorífica en los que el helado se transporta a valores de como mínimo 18 grados bajo cero, conforme especifica la legislación alemana para cualquier producto congelado. “La conservación de la cadena de frío sin interrupciones es para nosotros esencial”, explica Blank, quien regularmente se reúne con fabricantes de instalaciones frigoríficas y sistemas de refrigeración para impulsar soluciones aún más eficientes en términos de energía.

Pero ¿qué lleva a un productor de helados a disponer de su propio parque móvil para los envíos? Al fin y al cabo, la empresa podría externalizar este servicio a empresas de transporte, como por ejemplo ya hace con el suministro a la planta de Uelzen de las materias primas para la elaboración de los helados. “Es sobre todo el marcado carácter estacional de nuestra actividad lo que nos lleva a mantener una flota”, explica Uwe Betz.


“Entre marzo y agosto se ponen en marcha hasta 60 camiones al día. Y no podemos confiar en cubrir esta elevada demanda de capacidad únicamente con transportistas.”

En contraste, en los meses más fríos, el personal de los muelles de carga únicamente prepara entre 10 y 15 camiones al día. En esta época del año en la que las ganas de comer helado es algo más limitada, Uelzen se dedica sobre todo a producir para la temporada siguiente. Tras el envasado, la mayor parte de los productos se dirige a un almacén de estantes altos parcialmente automatizado donde reinan temperaturas árticas de 23 grados bajo cero.

Especialmente en estos períodos, la flota no se utiliza solo para productos propios, sino también para productos de terceros. “Gestionamos nuestra actividad de transporte en parte incluso como un transportista y, por ejemplo, suministramos el helado que la nueva empresa del grupo, Froneri, fabrica en su planta de Osnabrück.” Quienes consideren que el verano es sinónimo de helado sabrán apreciar tal esfuerzo, ya que garantiza que en todo momento se disponga de una amplia selección, ya sea en el supermercado o en la piscina.


Fotos: Christian Schmid

4 comentarios