Geert Loosveld – Conductor de camión cisterna con potencia y sentido del ritmo

ENCUENTROS ROADSTARS

Geert es un auténtico fiestero, pero solo en su tiempo libre.

Con su Actros 1943, Geert Loosveld suministra cisternas de Power Oil y, para ello, la seguridad es lo primero. Cuando quiere desfogar, Geert se sienta a la batería o sobre su bicicleta de carreras.


Geert Loosveld mueve los pesados tubos flexibles de su semirremolque cisterna como si fuera un juego de niños y casi sin perder el aliento. Con su Actros 1943, Geert Loosveld suministra cisternas de Power Oil y, para ello, naturalmente la seguridad siempre es lo primero. Por suerte, este camionero de 62 años, natural de Heule, Bélgica, está en plena forma. Sus anchos hombros son fruto de largas horas en el gimnasio.


Entrenamiento en bici.

Como muchos belgas, a Geert también le gusta montarse regularmente en la bici de carreras en su tiempo libre. Las rutas de 140 kilómetros por los tramos empinados de la Cota de La Redoute, la Cota de Wanne o la Cota de La Rosier son algo habitual para él. Nunca se ha dejado intimidar por una montaña de 1900 metros como el Mont Ventoux de Francia.

«Suelo hacer unos 3000 kilómetros al año en bici y la mayoría de las veces con mi yerno», cuenta Geert. «En mi entrenamiento de cardio. La bicicleta estática del gimnasio no es lo mío. Prefiero montar fuera, al aire fresco».


«En el camión desfogo menos que con la batería».

– Geert Loosveld, conductor de camión cisterna y músico aficionado


Potencia total.

Sin embargo, la mayor pasión de Geert desde los siete años es la batería. «En realidad, desde que era niño, lo que quería era darle a las baquetas. Pero éramos siete hermanos y tener una batería era un sueño inalcanzable. Estas cosas no son precisamente baratas», dice guiñando un ojo. Este flamenco es una persona muy alegre y le encanta bromear. Y cuando habla de música, se divierte aún más.

«Mucha gente cree que tocar la batería es golpear con las baquetas y ya está. Y lo cierto es, que es condenadamente difícil. A veces hay que tocar cuatro ritmos diferentes a la vez con manos y pies. Vamos, que pensándolo bien, es más bien un trabajo mental», bromea Geert.

Sus hijos también llevan la música en la sangre. Su hijo toca el bajo, la hija mayor el chelo y el piano, y el más joven, el piano y la guitarra. «Con mi hijo toco Rockabilly en casa y le damos a tope», cuenta Geert. «Pero no he llegado a tocar en una banda».



Sentido del ritmo al volante.

La concentración y la precisión que Geert necesita a la batería, también son importantes para su trabajo. «Cuando llego a las gasolineras, suele haber mucho jaleo. Hay gente por todas partes repostando o haciendo una compra rápida en la tienda. En estos casos, hay que tener ojos en la nuca».

O conducir un Actros equipado con MirrorCam, Active Brake Assist y Predictive Powertrain Control, entre otras cosas. «Desde que mi empresa se decidió por él, casi no hemos vuelto a tener accidentes», informa Geert.

«Y claro, en el camión desfogo menos que con la batería», dice Geert riéndose.



Fotos: Dirk Willemen

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