El Actros 1860 de Michael Labruyère: un clásico moderno

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Fuegos artificiales sobre ruedas.

Allá donde vaya Michael Labruyère con su Actros 1860, la espectacular pintura capta inmediatamente la atención. Encaja a la perfección en este paquete de potencia sobre ruedas con un equipamiento excelente.

El Actros de color borgoña de Michael Labruyère atrae todas las miradas.


El Actros de color borgoña de Michael Labruyères atrae todas las miradas. Así lo quiso también el jefe de Michael de la empresa de transportes BFT. Para celebrar el vigésimo aniversario de la empresa se le encomendó a un artista del aerógrafo la tarea de decorar la cabina con motivos de fuegos artificiales.

Pero los valores internos del Actros no se quedan atrás. El motor de ocho cilindros saca unos impresionantes 440 kW de los 16 litros de cilindrada . Este modelo salió al mercado en 2008, y tiene sin duda el mejor modelo de motor.

A este Actros espectacularmente decorado no se le notan ni los años ni los 900 000 kilómetros acumulados en el velocímetro. Michael no se hizo cargo del camión hasta hace poco, cuando un compañero se jubiló. El joven de 30 años solo tiene buenas palabras para el camión, que se mantiene en perfecto estado: «Se conduce de maravilla».


Fuegos artificiales pintados con aerógrafo sobre fondo rojo.
Fuegos artificiales pintados con aerógrafo sobre fondo rojo.

Un sala de estar sobre ruedas.

Además de la llamativa pintura, el Actros tiene muchas otras características que entran por lo ojos. Los peldaños están fabricados en acero inoxidable pulido, al igual que el portafaros de techo. El chasis está cubierto por chapas de aluminio pintadas en rojo. El acabado inferior de la carrocería está formado por tubos perfilados de acero inoxidable brillante, y del mismo metal son también las bocinas situadas sobre el techo. Todo ello confiere al Actros un carácter poderoso.

El interior de la cabina también impresiona. El suelo del vehículo está cubierto por alfombrillas gruesas y pespuntadas de color beige. El tablero de instrumentos y la cortina del compartimento para la cama son del mismo color cálido.

«Este equipamiento no es mérito mío», asegura Michael guiñando un ojo. «Mi predecesor lo decoró todo él mismo. Debió dedicarle fines de semanas enteros». El color quizá sea una cuestión de gustos, pero en general esta cabina recuerda más a una sala de estar que al puesto de trabajo de un conductor profesional.


Comodidad en beige: la cabina del Actros 1860 de Michael.
Comodidad en beige: la cabina del Actros 1860 de Michael.

Un buen ambiente.

Pero a Michael no solo le gusta su vehículo, sino que además está contento con su trabajo: «El buen ambiente que reina en la empresa me gusta incluso más que el vehículo con su impresionante pintura. BFT es una empresa realmente buena, tanto por los superiores como por los compañeros».

Uno se da cuenta de ello por pequeñas cosas. Cuando Michael llega con su contenedor a Fos-sur-Mer, una ciudad portuaria cerca de Marsella, fuera de las horas de servicio, tiene disponible un aparcamiento propiedad de la empresa. Allí Michael tiene también acceso a una ducha y a una cocina.

Estas comodidades le reconfortan tras haber tenido que vivir durante semanas en el camión. «Vivo en Beaujolais, la conocida región vinícola. Está demasiado lejos de la sede de la empresa en Lyon como para conducir hasta casa después del trabajo».

Michael sabía de sobra en lo que se metía cuando se formó para ser conductor profesional. Al fin y al cabo su padre también es camionero.


«Mi Actros se conduce de maravilla».

– Michael Labruyère, camionero de BFT


En los eventos de camioneros el Actros de Michael es todo un imán.
En los eventos de camioneros el Actros de Michael es todo un imán.

Fotos: Alex Kraus

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