El Actros de tres ejes: Silvano Ronzani suministra madera de castaño

Economía y logística

De vuelta a las raíces.

Los hermanos Ronzani de Grantola son uno de los proveedores principales de productos de madera de castaño de Italia y Suiza. Silvano Ronzani conduce personalmente uno de los dos Actros.

Autonomía: sobre el Actros hay una grúa montada para que Silvano pueda cargar la madera directamente en los puestos.
Autonomía: sobre el Actros hay una grúa montada para que Silvano pueda cargar la madera directamente en los puestos.
En el año 2002, la demanda aumentó sustancialmente y la empresa compró su propio camión. Desde entonces, Silvano se sienta él mismo al volante.
En el año 2002, la demanda aumentó sustancialmente y la empresa compró su propio camión. Desde entonces, Silvano se sienta él mismo al volante.

Resistencia a la humedad: el factor decisivo para agricultores y viticultores en la producción de apuntalamientos y vallados de madera de castaña. Hasta que esta madera fue reemplazada por hormigón hace unos 50 años.
Su producción disminuyó, pero, en los últimos años, el apuntalamiento de madera de castaño ha vuelto a los viñedos y se ha extendido al bosque y cercados de granjas. Los hermanos Ilario y Silvano Ronzani han apostado a que esta madera volverá a experimentar un auge.

En la actualidad, la empresa asentada en Grantola (Varese) es uno de los proveedores principales de madera de castaño no solo de Italia, sino también de la vecina Suiza.



El jefe se pone personalmente al volante.

Mínimo uno de los dos Actros de la empresa cruza a diario la frontera para entregar el producto final y recoger troncos para procesar. Silvano Ronzani carga, descarga y conduce el Actros 2553 de tres ejes con grúa puente y un remolque de dos ejes. «Siempre me han apasionado los camiones y, a los 18 años me saqué el permiso de conducción de camiones a pesar de, cuando iniciamos la actividad empresarial, no teníamos vehículos y subcontratábamos el transporte a terceros», cuenta Silvano. En el año 2002, el auge de las ventas empujó a la empresa a comprar su propio camión y a Silvano a ponerse él mismo al volante. El modelo que conduce actualmente pertenece a la empresa Ronzani desde noviembre de 2016, pero está equipado con la grúa reacondicionada del primer camión: «Es perfecta para levantar los troncos y funciona bien, por lo que no hacía falta cambiarla».


El día comienza en el asiento de la grúa.

El día de Silvano comienza justo en el asiento de la grúa, para cargar los apuntalamientos destinados al mercado suizo. «Así puedo cargar y descargar autónomamente en los puestos y en los bosques». Tras la carga, en la que Ilario suele echar una mano con la carretilla elevadora, Silvano fija la con las correas, lo que debe hacerse con mucho cuidado, ya que los controles son estrictos. Finalmente, emprende camino a la frontera suiza, a tan solo unos kilómetros de distancia de la sede social.

Cruzando la frontera.

«Tenemos dos pasos fronterizos cerca, Ponte Tresa y Gaggiolo. Se llega más rápido al primero, pero tiene un límite máximo de 34 toneladas. Así que, si el camión pesa más, hay que cruzar la frontera por Gaggiolo». Antes de entrar en Suiza, Silvano tiene que parar ante el despachante de aduana para hacer los trámites aduaneros: «Cuando llegamos a la frontera, los documentos deben estar preparados, pero, a veces, tenemos que esperar a los controles de los agentes aduaneros. No obstante, una espera demasiado larga puede conllevar retrasos en el suministro. A la vuelta a Italia, tenemos que cruzar la frontera, como muy tarde, a las 18:00, ya que los despachos de aduanas cierran y tendríamos que esperar en Suiza hasta la siguiente mañana».



Ayuda del turboembrague-retardador.

Tras suministrar el producto final, Silvano carga la madera atravesando carreteras de montaña complicadas en las que saca partido a los 390 kW de su Actros: «El motor realiza un excelente trabajo. Además, me permite descender largos tramos de pendiente, como las de la ruta de San Bernardino y la ruta del Mont-Blanc, sin tener que pisar el freno gracias el efecto de frenado del motor en combinación con el del turboembrague-retardador».



Fotos: Michele Latorre

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