El Antos Loader de Petrologistics

Vehículo & Técnica

Límite de 40 toneladas.

La cisterna del Antos Loader de Petrologistics lleva en sus recorridos aproximadamente 27 toneladas de combustible.


Lentamente avanza Marcel Krähenbühl con la tractora de Petrologistics hasta ubicarla sobre la balanza: 39 980 kilogramos. Las tres cámaras del remolque cisterna con el llamativo logo de BP en el lateral van cargadas hasta el tope de gasolina y diésel. “Es una suerte que siga haciendo tanto deporte”, bromea Krähenbühl, antiguo jugador semiprofesional en la tercera división suiza de fútbol. “¡Solo quedan 20 kilogramos de margen!” Al volante de su Antos 1843 Loader, el conductor de 45 años sale de las instalaciones de la terminal de almacenamiento de combustible en Rümlang, Zúrich, para iniciar su primer recorrido del día.

“En nuestro negocio, la carga útil es un factor clave para el éxito”, dice Heinrich Heggli, jefe de Krähenbühl. Este empresario es miembro directivo del Grupo Heggli, que gestiona la empresa ARGE Petrologistics junto con el operador logístico Indermühle AG de Rekingen. “Todos los camiones, carrocerías y remolques que adquirimos para la flota de vehículos cisterna tienen una tara lo más baja posible”.

Los clientes de Petrologistics pagan en base a la cantidad de combustible transportada, es decir que cada litro cuenta. Sin embargo, no todos los vehículos de la flota de 20 camiones están configurados para que —como en el caso del Antos Loader de Marcel Krähenbühl— alcancen a plena carga el máximo autorizado de 40 toneladas. Una de las causas es que en muchos recorridos con gasolineras que solo necesitan cantidades pequeñas de combustible no es necesario agotar el límite de capacidad de llenado. Además, para llegar a recónditos valles y zonas urbanas solo se pueden utilizar trenes de carretera más maniobrables.


La seguridad es lo primero. Conductores como Marcel Krähenbühl, con permiso para transportar mercancías peligrosas y con suficiente experiencia para impartir cursos de capacitación a sus colegas de Heggli, son muy codiciados.
La seguridad es lo primero. Conductores como Marcel Krähenbühl, con permiso para transportar mercancías peligrosas y con suficiente experiencia para impartir cursos de capacitación a sus colegas de Heggli, son muy codiciados.
El diseño especial de las modernas cisternas impide que la carga se balancee, pero la distribución de pesos sigue siendo importante.
El diseño especial de las modernas cisternas impide que la carga se balancee, pero la distribución de pesos sigue siendo importante.
“El proceso de descarga tiene que realizarse de atrás hacia adelante”, dice Krähenbühl.
“El proceso de descarga tiene que realizarse de atrás hacia adelante”, dice Krähenbühl.

Cada litro de combustible adicional a bordo
aumenta la rentabilidad.

En su primer recorrido matutino, Marcel Krähenbühl lleva el camión a plena carga con combustible para varias gasolineras importantes de la región llana subalpina. Su primera estación de descarga es la gasolinera BP de Spreitenbach en el cantón de Argovia. A esta le sucederán tres gasolineras BP más en las cercanías, lo que le permitirá realizar todo el recorrido sin tener que regresar a la terminal.

Heinrich Heggli sabe que para tener éxito en el sector de distribución de combustible es necesario considerar varios aspectos fundamentales: “Las exigencias del sector son altas, numerosas y están sujetas a constantes cambios”. Si bien la actividad garantiza un día a día relativamente seguro, Heggli dice que “a menudo los clientes cambian de terminal de combustible por motivos económicos, de modo que nosotros los distribuidores nos enfrentamos al desafío de garantizar la disponibilidad de conductores capacitados en distintos emplazamientos. Además las normativas legales también cambian frecuentemente”.

Los combustibles son mercancías peligrosas y para Heggli la seguridad de las personas y la protección del medio ambiente son prioridades. Los conductores deben presentar la capacitación adecuada y realizar periódicamente formaciones continuas. Cada dos meses los conductores de Petrologistics se encuentran para intercambiar impresiones sobre novedades y nuevas directivas dentro del sector. Una vez al año tiene lugar una formación de una jornada en materia de seguridad.

Los vehículos equipados con técnica a medida son sometidos a un riguroso y detallado proceso de certificación antes de ser lanzados a la carretera. En la práctica diaria se realizan además rigurosos controles. En el caso de una tractora articulada como la de Krähenbühl, dos tercios del precio de adquisición corresponden al semirremolque y solo un tercio a la tractora.

En Suiza los camiones cisterna deben llevar contadores que son calibrados periódicamente por organismos externos a la empresa. Estos están rotando en este momento a gran velocidad, ya que Krähenbühl, protegido con chaleco reflectante, casco y gafas, está descargando gasolina normal en los depósitos subterráneos de la gasolinera BP en Spreitenbach. A continuación repite el procedimiento con las otras dos cámaras de su semirrremolque —súper y diésel. Pasados 40 minutos vuelve a la carretera para continuar camino hacia la próxima estación.


“Flota de carga útil” de Petrologistics —eficiencia pura.

Petrologistics distribuye combustibles de BP en la Suiza de habla alemana desde hace más de 15 años. Suiza es un país que representa un gran desafío para los transportistas, y esto no solamente debido a su topografía: El peaje suizo para camiones, por ejemplo, una tasa de transporte pesado en función de la potencia (LSVA), se aplica en todo el país a partir del primer kilómetro recorrido y no solamente, como en Alemania, en autopistas y algunas carreteras federales. Petrologistics ha apostado con tiempo por camiones Euro VI como el Antos Loader, que se encuentra en su flota desde 2012. En comparación con camiones Euro V, la empresa ahorra diez céntimos suizos (alrededor de ocho céntimos de euro) por kilómetro.

Más allá de la tasa LSVA, los transportes en Suiza son más caros que la media europea debido a la prohibición general de circular durante la noche. Una vez que Marcel Krähenbühl ha repartido sus tres a cinco cargas, no solamente finaliza su jornada, sino también la del camión.

“Es absolutamente importante que la flota funcione al más alto nivel de eficiencia“, dice Heinrich Heggli. Y volviendo al tema carga útil: “Todos nuestros semirremolques y tractoras están equipados con llantas de aluminio. De esta manera ahorramos entre 12 y 15 kilogramos de peso por rueda, lo que aumenta la carga útil y al mismo tiempo reduce el consumo cuando no viajamos a plena carga”.

Las llantas de aluminio del Loader son suministradas de fábrica. Heinrich Heggli: “Al Antos Loader se le puede comparar con un vigoroso atleta: A pesar de la técnica adicional para la tecnología Euro VI, nuestro Loader de 6 900 kilogramos es 250 kilogramos más liviano que el vehículo más ligero de nuestra flota. ¡Un margen de flexibilidad increíble para el departamento de Tráfico!

www.petrologistics.ch

www.heggli.com

Fotografías: Matthias Aletsee

Todavía sin comentarios