Los Arocs de Emipesa garantizan la vialidad de las carreteras aragonesas

Economía & Logística

Lucha contra la nieve.

Los Arocs de Emipesa preservan la vialidad de las carreteras aragonesas durante el invierno. La empresa es referente también en otras áreas.

Estrategia conjunta. Los hermanos Miguel (izda.) y Carlos Pérez cooperan estrechamente con sus firmas Sergruco y Emipesa.


El último temporal de nieve obligó al cierre de quince kilómetros en ambos sentidos de la A-23 —autovía que une Zaragoza con Valencia— a su paso por Barracas. Salvador Guillén, conductor de una de las máquinas quitanieves de Emipesa, estuvo tres días trabajando a destajo con su Arocs para que circular por la autovía fuese de nuevo seguro: mientras la cuña frontal retiraba sin cesar nieve de la calzada, el esparcidor de fundentes ubicado en el portón trasero del camión esparcía sal y salmuera para prevenir la formación de placas de hielo.


«La conservación vial en temporada invernal implica una gran responsabilidad», explica Carlos Pérez, gerente de Emipesa. La firma debuta en el sector en 2010, momento en el que el pragmatismo y el instinto empresarial de Carlos Pérez llevan a la diversificación de la actividad de la empresa —hasta entonces referente en la extracción de áridos y el transporte de obra en la provincia de Teruel. Además de diez quitanieves montadas sobre Arocs, la firma cuenta con tres cargadoras industriales equipadas con cadenas y una fresadora de 2,5 m de ancho —maquinaria que entra en acción cuando la dimensión de la nevada o la formación de ventisqueros lo requieren.

De la severidad del invierno aragonés dan prueba los recursos destinados por el Ministerio de Fomento para la pasada campaña invernal 2016-2017: 122 máquinas quitanieves; 29 almacenes de fundentes y 77 silos con una capacidad total de 21.440 toneladas de sal; 19 plantas y 33 depósitos de salmuera —con una capacidad global de 860.000 litros; 79 estaciones meteorológicas para analizar la evolución de la climatología y 11 cañones antialudes. El invierno turolense deja temperaturas mínimas de hasta –18º y carreteras cubiertas por hasta sesenta centímetros de nieve.



«Una vez que finaliza la campaña de invierno, los diez Arocs portantes de máquinas quitanieves vuelven al trabajo en cantera o al transporte de hormigón.»

– Carlos Pérez, gerente de Emipesa


El personal de Emipesa es consciente de la trascendencia de preservar la vialidad de autovías, autopistas y carreteras convencionales: están en juego vidas humanas. Entre las rutas más habituales de Salvador Guillén se encuentran los accesos a las pistas de esquí de Javalambre y Valdelinares —cuyos parkings se sitúan a 2 000 metros de altitud.

Este profesional explica que el manejo de la cuña requiere de gran habilidad y experiencia: en terrenos off road o carreteras en mal estado puede hincarse en el firme, hacer palanca y provocar un accidente. En cuanto a la velocidad, Salvador explica que varía en función del tipo y cantidad de nieve, así como de las condiciones meteorológicas: en autovía las quitanieves circulan a un máximo de 60 km/h. 


122 máquinas quitanieves habilitó el Ministerio de Fomento el invierno pasado para las carreteras de Aragón.


Salvador regula a través de un dispositivo en cabina el número de gramos de sal o salmuera a esparcir por metro cuadrado. Asegura que el peor enemigo para los vehículos en carretera son las placas de hielo. En su caso, el mejor aliado es el Arocs —y su excelente tracción delantera.

Normalmente la temporada invernal abarca desde noviembre hasta abril. Durante esos meses, además de en Teruel, la firma presta servicios en Castellón, Valencia y Guadalajara. «Una vez que finaliza la campaña de invierno, los diez Arocs portantes de máquinas quitanieves vuelven al trabajo en cantera o al transporte de hormigón», explica Carlos Pérez. En total, su flota suma 55 camiones, casi todos Mercedes-Benz. ¿El motivo? «Son vehículos de larga vida útil. Ese es para nosotros el criterio decisivo», afirma.


Los camiones son utilizados indistintamente en las diferentes divisiones de la firma. En concreto, la división de extracción de áridos, transporte de obra y asfaltos sigue siendo clave para Emipesa, que cuenta en propiedad con cinco canteras. De una de ellas extrae balasto con sello ADIF, material con el que recientemente abasteció los trabajos de construcción y conservación de dos de las principales obras de la Comunidades Autónomas de Valencia y de Aragón: el Corredor Mediterráneo y la línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Barcelona, respectivamente. Además, la firma ha participado en el suministro de asfalto y hormigón para el área de estacionamiento del Aeropuerto de Teruel, así como para las sucesivas ampliaciones de estas instalaciones aeroportuarias.



La actividad de Emipesa se complementa con la de Sergruco: empresa «hermana» especializada en grúas industriales y sistemas de elevación, rescate de vehículos en carretera y alquiler de maquinaria de construcción. Al frente se encuentra Miguel Pérez, hermano de Carlos Pérez. Sergruco participa también en el sector de la vialidad invernal ofreciendo alquiler de maquinaria con o sin conductor. Para ello cuenta con dos máquinas quitanieves montadas sobre Arocs.

Como los copos de nieve, Emipesa y Sergruco crecen simétricamente. Destinos parecidos, pero no idénticos. Carlos Pérez sintetiza: «No hay dos copos de nieve iguales».


Aplicación robusta. El Arocs con quitanieves es para Emipesa la mejor elección para garantizar la transitabilidad de las carreteras en invierno.


Fotografías: Begoña Tremps

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