"El Unimog se adapta al terreno como un tractor, con la velocidad y maniobra de un camión"

Entrevista

La experiencia de la cooperativa Los Monegros con sus 5 Unimog

Sergio Calvo contempla los campos de Sariñena, en la provincia de Huesca, y no puede evitar un sentimiento de orgullo. La cooperativa Los Monegros que fundaron en esta comarca en 1963 factura hoy más de 50 millones de euros produciendo cebada, maíz o alfalfa. Los agricultores comparten una flota de cinco Unimog.


Más de 500 cooperativistas se levantan cada día con las luces del alba. En el campo no hay descanso. Cada día tiene su afán y cada estación sus exigencias. Los Monegros se dedicó en su origen a los cereales de invierno, cebada y trigo. Con la llegada de los regadíos se incorporó la alfalfa y el maíz. Y en menor medida sorgo, girasol y guisante seco.

En la cooperativa todo tiene que funcionar como un reloj, nos explica Sergio Calvo, responsable de compras de Los Monegros. En Oriente Medio y Asia esperan ansiosos sus cereales. Y una conocida marca cervecera, su cebada. La infraestructura es de vértigo: secaderos, deshidratadoras, laboratorios, gasolineras y hasta una fábrica de fertilizantes (Fertiácido).

Fitosanitarios para garantizar un cereal perfecto



La industria agroalimentaria está sometida a estrictos controles sanitarios y de calidad. De la aplicación de los fitosanitarios en las fincas, nos explica Sergio, se encargan a diario los 5 camiones Unimog de Mercedes-Benz. El último lo acaban de estrenar.  

Son muchos años confiando en este camión. ¿Por qué Unimog y no otro vehículo? “Por su condición de 4x4. Se adapta al terreno como un tractor, con la velocidad y maniobra de un camión. Son vehículos muy contrastados”, subraya Sergio Calvo.

El Unimog circula a diario por la Antártida, los desiertos africanos y la tundra siberiana. Las condiciones de Los Monegros son a veces extremas y la aplicación de fitosanitarios sobre los cultivos, un trabajo duro que los Unimog ayudan, según nos explica Sergio Calvo.

La prioridad en una cooperativa con tanta producción sometida a las necesidades de multinacionales y grandes distribuidores es la atención al cliente. Nunca pueden fallar. “Los plazos son fundamentales y por tanto el vehículo ha de ser muy fiable”, subraya Sergio. Por algo Unimog nació en 1948 en Alemania como vehículo agrícola.

“Con el terreno delicado, cruzas los dedos. Y el camión responde”



¿Qué se siente cuando te subes a un Unimog, ese camión tantas veces visto en misiones de paz de la ONU, en terremotos y en desiertos o más allá del círculo polar ártico? Sergio lo tiene claro: “Realmente se trata de un vehículo con historia y con múltiples aplicaciones. Conserva una mecánica robusta. Algún día en que el terreno está especialmente delicado, cruzas los dedos porque no vaya a más. Y el camión responde”.


Todavía sin comentarios