Rescatadores en emergencias y grandes amigos: de ruta con Frederik Scherer y Goran Juros

Una vez, se pasaron horas cargando naranjas de un lado a otro. Una bienvenida ayuda ante la emergencia de un conductor del sur de Europa que —supuestamente por la fatiga— fue a parar a la cuneta con el camión lleno de fruta. «Por suerte, aquella vez nos ayudaron más de 50 personas de Protección Civil», relata Frederik Scherer. Ese «nosotros» se refiere a Frederik y su colega Goran Juros. Cuando se consiguió sacar la carga del camión, empezó el trabajo de verdad para la pareja: Frederik y Goran son expertos en rescatar y remolcar camiones averiados, para lo que emplean un vehículo especial sobre la base del Arocs.

Ambos trabajan para MIRA Autoservice, que tiene su central en Baden-Baden (Alemania). La empresa recibe varios miles de llamadas al año para acudir en ayuda de vehículos que han quedado inmovilizados en el entorno de la bella ciudad-balneario, por ejemplo en la cercana A5 o en la autopista de la Selva Negra. En unas 200 de esas emergencias hay que rescatar camiones, ya sea por una avería o un accidente. Esto requiere casi siempre la participación de Frederik o Goran, y muchas veces de los dos juntos. ¡Y lo hacen encantados! Ambos no solo forman un magnífico equipo, sino que también son grandes amigos.

Se entienden hasta sin palabras.

«Nos conocemos tan bien que nos entendemos a ojos cerrados», comenta Goran. «Tenemos claramente distribuido el trabajo y no perdemos tiempo en palabras durante los rescates». Por ejemplo, Frederik se encarga de desmontar el eje de cardán del camión averiado, algo que es obligatorio para el desmontaje. Goran es el responsable de tender las líneas de freno provisionales, entre otras cosas. ¿Y si alguna vez hay que resolver algún imprevisto, como ocurrió en el rescate del camión de naranjas? Pues nada, ambos se ponen manos a la obra sin mediar palabra.

Esta capacidad vale su peso en oro, ya que los trabajos suelen ser una prueba contrarreloj: cada vehículo parado le cuesta dinero a su propietario, por lo que es necesario que esté operativo de nuevo a la mayor brevedad posible. Si además existe un riesgo para el tráfico, como por ejemplo cuando hay una avería en la autopista, estos dos rescatadores perfectamente compenetrados resultan doblemente valiosos, ya sea arreglando el camión in situ o teniendo que remolcarlo fuera de la zona de peligro.

Vehículo de rescate con ingeniosa tecnología.

Para Frederik, de 25 años, trabajar con Goran supone una ventaja añadida, ya que es ocho años mayor que él: «Como acumula más años de experiencia, tiene unos conocimientos técnicos increíbles. Por eso siempre aprendo algo de él». Sin embargo, en otro aspecto hace mucho que ambos funcionan de igual a igual: nos referimos al manejo de su vehículo de rescate. «El Arocs es un camión excelente con una tecnología muy ingeniosa y ofrece una base perfecta para la carrocería del fabricante Brechtel», explica Frederik, cuyo padre es el gerente de MIRA Autoservice.

Ambos amigos también suelen pasar juntos su tiempo libre. Y no solo en Baden-Baden y alrededores: «Mi familia vive en Croacia, y ya hemos estado allí juntos varias veces», relata Goran. La finca incluye una pequeña explotación agrícola, además de un tractor en el que ambos se lo pasan en grande recorriendo a toda pastilla los campos. «Por si fuera poco, allí también tenemos motos».

Las condiciones perfectas para que ambos rescatadores disfruten de un merecido descanso antes de sus próximas misiones. No en vano, su trabajo es muy exigente, y no solo desde un punto de vista físico: «Ya nos hemos encontrado accidentes con víctimas mortales», relata Frederik. «No te queda otro remedio que superar ese tipo de cosas».

16 horas trabajando bajo cero.

No obstante, en la misión más exigente que han tenido que realizar hasta la fecha solo había daños materiales. En una carretera nacional de la Selva Negra, un camión cisterna lleno de látex líquido volcó sobre un puente en una curva. El producto químico tenía que ser bombeado por personal de rescate del fabricante bajo la supervisión de los bomberos y Protección Civil. Y tardaron una eternidad en llegar.

El propio rescate también fue tremendo. «No podíamos generar cargas puntuales fuertes sobre el puente. Además, teníamos que prestar especial atención a no dañar el camión al levantarlo», recuerda Goran. Por eso, además del Arocs se usaron dos grúas. «En total trabajamos 16 horas con 1,10 metros de nieve y bajo cero», afirma Frederik y añade con una sonrisa: «Los bomberos cuidaron de nosotros a la perfección en todo momento». Y tampoco hay que olvidar que, cuando uno tiene al lado a su mejor amigo, el tiempo pasa un poco más rápido.

Fotos: Jan Potente