El Antos 2543 de David Segura, con carrocería de aspiración y limpieza

Los sistemas de aguas residuales urbanos de todo el mundo están amenazados por un «monstruo»: una maligno cúmulo de basura formado por una mezcla de grasa endurecida y residuos sanitarios. En Alicante, David Segura debe hacer frente a este reto al volante de su Antos: «Es necesario hacer una limpieza exhaustiva de la red de aguas residuales para evitar que se formen montañas de grasa. Así evitamos que se atasque la canalización, como ocurrió hace unos años en Londres». David lleva 17 años trabajando en Aigües d’Elx (Aguas de Elche), la empresa de servicios de agua municipal de Elche (Alicante), que es la responsable del suministro de agua potable, el mantenimiento de las canalizaciones y la depuración de las aguas residuales.

En la red de canales de Elche, de 535 kilómetros de longitud, hay que hacer continuamente trabajos de limpieza y mantenimiento. David Segura se dirige hoy a una de las 16.113 alcantarillas de control, concretamente en la calle Elche Club de Fútbol en dirección San Antón. Una vez llegado al punto de actuación, da marcha atrás acercándose lo máximo posible a la alcantarilla y, con la ayuda de su colega Juan Bautista, delimita la zona con conos de advertencia. Su trabajo consiste en limpiar una tubería de 50 metros, de una alcantarilla a otra.

La tecnología de limpieza más moderna.

El depósito de agua del Antos 2543 está equipado con un sistema electrohidráulico de aspiración y de alta presión. «Con la presión del agua se expulsan o se aspiran los sedimentos. Así se mantienen completamente limpias tanto las tuberías como la alcantarilla de control», explica David.

Ahora abre la tapa de la alcantarilla mediante un gancho elevador. «Lo primero es introducir la manguera de lavado», afirma. Gracias a la gran presión de agua (200 bar), la propia manguera avanza por sí misma y va limpiando las paredes del túnel.

En cuanto alcanza la siguiente alcantarilla, la manguera de lavado se recupera mediante un cabrestante motorizado. David controla cómodamente desde arriba con un mando a distancia estos procesos tan exactamente definidos.

David conduce ahora el Antos hacia la planta depuradora: «Es increíble lo que pasa allí». Y tanto, ya que el 100 % del agua depurada de Elche se reutiliza para regar campos, parques y jardines. Poco antes de acabar el trabajo, llega una llamada de su jefe. «¿Cómo ha ido todo hoy?» David: «Ni rastro del monstruo».

Fotos y vídeo: Begoña Tremps