Camiones de bomberos Mercedes-Benz en Madrid

12 parques y 230 vehículos.

Los bomberos madrileños están muy orgullosos de tener una rápida capacidad de respuesta en sus intervenciones, con una media que se mueve en torno a los 6,49 minutos, pero para conseguir este objetivo es necesario que los Parques de Bomberos se encuentren estratégicamente repartidos por toda la ciudad, instalaciones que, además, deben contar con el material móvil necesario para sus intervenciones.

En Madrid se encuentran operativos doce parques de bomberos, no todos igual de grandes y con el mismo número de vehículos, donde se reparte una flota de aproximadamente 230 vehículos de todo tipo, entre los que hay unas sesenta unidades ligeras y el resto son camiones pesados de los que al menos 113, entre Atego y Actros, lucen con orgullo en sus calandras la estrella de Mercedes-Benz.

En cualquier parque de bomberos la unidad básica es el llamado Coche de Primera Salida, que fundamentalmente es una bomba de agua con una capacidad de 1.500 litros y que sirve para hacer frente a pequeñas intervenciones.

Cuando la cosa se complica hay que echar mano de la Bomba de Primera Salida, que es el vehículo principal en cualquier parque de bomberos. Esta unidad está servida por una dotación de ocho hombres y moviliza un depósito de agua de 3.000 litros.

Cuando la intervención requiere salvamento en altura el protagonismo lo toman las autoescaleras, vehículos que suelen acompañar a la Bomba de Primera Salida. Estas escalas pueden alcanzar alturas de hasta 70 metros, aunque dependiendo de cada caso lo habitual es emplear unidades equipadas con autoescaleras de 27, 32 ó 55 metros.

Un trabajo muy duro.

Siempre en función de las posibilidades económicas, como sucede por otro lado con cualquier servicio público, en Madrid la vida útil de un camión de bomberos raramente supera los quince años, aunque lo habitual es que la renovación se produzca una vez pasados los diez años.

La principal razón es que el trabajo de un coche de bomberos es especialmente duro. Cada intervención somete a las estructuras y a los equipos a grandes esfuerzos, sobre todo con la presencia masiva del agua, y además porque la necesidad de llegar con urgencia obliga a que los motores trabajen a plena exigencia, de ahí que los camiones de bomberos, siempre complementados con cambios automáticos, precisen de potencias sobradas para poder rendir al máximo a bajas velocidades.

En la actualidad la mayor parte de los camiones de bomberos que operan en Madrid han sido adquiridos por el Ayuntamiento mediante la fórmula del renting, una alternativa que es total en el caso de los vehículos ligeros.

Durante muchos años el Ayuntamiento de Madrid ha confiado en los camiones Mercedes-Benz para equipar su Servicio de Bomberos y es seguro que los madrileños podremos seguir confiando nuestra seguridad a la marca de la estrella.