Batería eléctrica en el complejo tráfico de reparto: Torsten Schumann conduce el eActros

Incorporación a la A 10, la circunvalación de Berlín. Los dos motores de 126 kilovatios que van cerca de los cubos de rueda del eje trasero alcanzan con la transmisión hasta unos 11.000 Newtons-metro y se ponen manos a la obra a toda marcha. El eActros coge velocidad sin interrumpir la tracción y llega a los 80 en un abrir y cerrar de ojos. Torsten Schumann, al que todos conocen como «Schumi», se hace un hueco en el tráfico. Los neumáticos hacen un tenue ruido de fondo y la calefacción de estacionamiento ha creado un agradable clima cálido en la cabina en este día tan frío.

Cómodo, silencioso, neutral para el CO₂ a nivel local.

Schumi está radiante. «¿No es una locura? Viajar tan cómodo, con tanto silencio dentro y fuera y sin gases de escape. El colofón de mi vida profesional», afirma este conductor de 52 años oriundo de Fredersdorf, cerca de Berlín. Y él sí que ha vivido de todo. Empezó como obrero haciendo herramientas en un fabricante de motores y luego pasó a la cervecera Berliner Brauerei como conductor. Con un camión y dos remolques repartía cerveza y cobraba por objetivos: salario base más un dinero por cada caja de cerveza. Con apenas 20 años de edad, Schumi se contaba entre los mejor pagados de la República Democrática de Alemania, se independizó en 1990 y creó una empresa de empleo temporal con conductores y seis camiones propios. Al cumplir los 50, decidió que necesitaba menos estrés y recaló en EDEKA.

Las baterías se cargan al frenar.

Salimos a la carretera nacional 1 en dirección al centro de Berlín. El eActros surca el tráfico con un zumbido. En el puesto de conductor se ve a la izquierda el cuentakilómetros, al lado la pantalla central con información sobre el estado de carga de las baterías de 240 kilovatios-hora y sobre la autonomía restante. A la derecha hay un indicador del consumo de energía que también muestra la recuperación de energía. Para ello, la palanca de la columna de dirección a la derecha ejerce la función clásica de un frenado sin desgaste. «Aquí puedo frenar en cinco niveles diferentes de intensidad, pero la energía del movimiento pasa íntegramente a la recuperación. Así recargo las baterías», afirma el experimentado camionero.

eActros maniobrable.

Mahlsdorf, Biesdorf, Lichtenberg, luego en Friedrichshain la Frankfurter Allee y la Karl-Marx-Allee. Schumi gira a la izquierda, avanza unos cientos de metros más a la derecha y entra en el pequeño aparcamiento de un supermercado EDEKA. Ningún problema: gracias al eje de seguimiento dirigido, el maniobrable eActros se encuentra como pez en el agua. En la superficie de carga caben 25 contenedores rodantes. Eso significa que la cartola de carga debe repetir ahora 13 veces su movimiento de bajada y subida.