Una clase de conducción muy especial: de ruta con Daniel Wichmann y Klaus Voß

«Esta flecha marca la distancia respecto al vehículo que tenemos detrás», dice Klaus Voß. Señala con el índice hacia la pantalla que hay en el pilar A izquierdo mostrándosela a Daniel Wichmann, que escucha con atención. Introducción a la  MirrorCam. Daniel conduce por primera vez el nuevo Actros bajo la supervisión desde el asiento del copiloto de su colega Klaus, profesor en la Verkehrsakademie Münsterland (VAM) de Ibbenbüren. Pero Daniel no es un alumno de autoescuela convencional, ni tampoco Klaus es un profesor al uso.

«Ya desde niño quería ser conductor profesional», comenta Daniel, de 25 años. El joven tomó ejemplo de su padre, que también era camionero, pero sobre todo de su primo mayor. Muchas veces le llevaba de ruta en el camión. Por tanto, era casi lógico que al acabar la escuela Daniel se decidiera por cursar la formación profesional como conductor, precisamente en VAM, la empresa donde trabaja ahora.

Autoescuela con servicio de transportes.

¿Un camionero en una autoescuela? Así es, ya que esta empresa de 40 empleados no solo imparte clases para todas las categorías de vehículos y ofrece muchas otras actividades formativas, sino que también opera un pequeño servicio de transportes. Al volante de los seis camiones Mercedes-Benz hay mayoritariamente aprendices de camionero. Se contratan fundamentalmente en empresas de transportes de la región que, a su vez, cooperan con VAM. El objetivo de estas colaboraciones es generar jóvenes profesionales cualificados para el sector.

Daniel es uno de los profesionales cualificados dentro del equipo de conductores, y su camión es un Actros 1843 con caja-volquete. Pero es la primera vez que conduce una ruta en torno a Ibbenbüren con Klaus y el nuevo Actros que, por lo demás, es el primer ejemplar producido para su uso en autoescuela. En un cruce, Daniel debe girar a la derecha. Un peatón se dispone a cruzar la carretera, y el asistente de giro ya avisa al conductor mediante un símbolo de advertencia triangular que se puede ver en la pantalla derecha de la MirrorCam.

Exconductor de autobús, actualmente profesor.

«Conseguir que los principiantes se familiaricen con estos sistemas de asistencia nuevos es todo un reto», afirma Klaus. «Pero prácticamente todos aprenden rápido a usarlos como una auténtica ayuda». Klaus, de 53 años, aprendió a conducir camiones en el ejército. En aquella época, estaba pluriempleado también como conductor de autobús. «Los viernes acababa de trabajar a la una de la tarde, y como mucho una hora más tarde ya estaba al volante en el autobús. Me recorrí toda Europa y en una ocasión pude llevarme incluso a mi mujer y mis hijos», recuerda.

Con breves interrupciones, Klaus lleva casi tres décadas trabajando como profesor de autoescuela, y desde 2013 lo hace para VAM. Está convencido que el nivel de conocimientos técnicos de sus pupilos ha ido bajando con el paso de los años. «¡Hoy en día cuesta encontrar a uno que sepa poner un parche a una bici!», afirma Klaus riendo. No obstante, eso se compensa con la gran capacidad de entusiasmarse que demuestran los que se deciden por el oficio de conductor. «Por eso también me sigue encantando mi trabajo después de tanto tiempo».

– Klaus Voß

Tareas extra tras la ruta diaria.

Daniel suscribe esas palabras. Se dedica a transportar a diario material a granel como grava y arena hasta obras, grandes superficies comerciales o talleres, mayoritariamente para un cliente de Ibbenbüren. Sus rutas alcanzan como máximo un radio de 200 kilómetros. Ideal para el padre de una niña pequeña: «Me gusta conducir por carreteras nacionales. Te permite ver muchas cosas y no todo son rectas y rectas. Además, así puedo volver a casa después del trabajo y estar con mi familia».

Por otra parte, así le queda tiempo para las muchas tareas extra que ha asumido Daniel en la empresa de transportes VAM. Él se encarga de recibir las rutas planificadas por los clientes y distribuirlas entre camiones y conductores. «Además, soy el responsable del taller», añade. «Me encargo yo mismo de las reparaciones pequeñas y muchas veces les digo a los aprendices que se fijen para que vayan comprendiendo las cosas de la técnica». Por el contrario, traslada a una empresa especializada los pedidos relacionados con el motor o el sistema de frenos.

Todo gira en torno a los camiones hasta después del trabajo.

Klaus tampoco se limita a trabajar como profesor de autoescuela. Padre de cuatro hijos y jardinero aficionado, dirige algunos cursos de reciclaje y se ha especializado sobre todo en el tema de la retención de la carga. «Para los cursos me invento siempre ejercicios nuevos y, por ejemplo, construyo cajas que los alumnos deben cargar según la normativa». Otra de las aficiones de Klaus son los cursos de reciclaje para los directores de planificación en empresas de transportes.

Hay otra cosa que tienen en común el joven Daniel y Klaus, que le dobla en edad, cuando charlan en una pausa poco antes de terminar la ronda de formación: después del trabajo diario y en los fines de semana, muchas veces son incapaces de desconectar de su trabajo, que a la vez es su pasión. Cuando Klaus no está arreglando un arriate, es probable encontrarlo trabajando en su proyecto a largo plazo: un manual de formación para directores de planificación de transportes. «En mi caso», explica Daniel, «es fácil encontrarme después del trabajo atornillando algo en un camión o puliendo las llantas».

Fotos y vídeo: Alexander Tempel