Un Arocs 2658 con turboembrague retardador en Scholpp Kran & Transport

Economía y logística

Dúo de titanes.

Trabajo a la medida con cargas colosales: así es el día a día de la empresa Scholpp Kran & Transport GmbH de Stuttgart. Para cumplir este cometido, su parque móvil cuenta con dos Arocs 2658 de hasta 180 toneladas, dotados de turboembrague retardador.


El margen de movimientos es escaso. El acero del tablestacado emerge del suelo excavado, limitando el espacio disponible en esta obra situada en pleno centro de Göppingen. Unos bloques gigantes de hormigón delimitan la zona delantera. La misión de la grúa de grandes dimensiones Scholpp S-GK400 consiste en instalar una grúa para obras. El camión de seis ejes desciende cuidadosamente por la rampa. Al llegar al fondo del hoyo, el conductor de la grúa, Jens Schmidt recurre a la dirección integral para girar todas las ruedas poniéndolas en un ángulo de 45º, y entonces arranca. Al poco, se detiene: la S-GK400 ya está en la posición deseada. En unos instantes despliega los soportes y los baja hasta las placas de apoyo.

A continuación hay que colocar con seguridad 80 toneladas de contrapeso en la parte trasera de la grúa. Stephan Ludwig, al volante de su Arocs 2658, acopla la marcha atrás. El siguiente paso reviste normalmente una enorme dificultad, tanto para el conductor como para el vehículo: Ludwig desciende por la rampa marcha atrás acarreando 43 toneladas de lastre. Sin embargo, el camionero de 31 años está tranquilo, y retiene el conjunto con un peso total de 66 toneladas simplemente con el acelerador: «El Arocs lleva un turboembrague retardador. Gracias a él dispongo de todo el par ya a bajas revoluciones y puedo maniobrar perfectamente.»

Esto no solo complace a Stephan Ludwig. «Para nosotros, el turboembrague retardador era el equipo más importante para los vehículos acompañantes. Durante mucho tiempo estuvimos buscando una alternativa más ligera y libre de desgaste para el pesado embrague con convertidor de par, especialmente para los trenes de 97,5 toneladas», explica Stephan Burkhardt, apoderado general y responsable operativo en Scholpp Kran & Transport GmbH.  



Mínimo desgaste.

Incluso una empresa líder como es Scholpp debe otorgar cada vez mayor importancia al rendimiento fiable de sus vehículos en el margen límite. El mercado está muy disputado: «Las grúas que hay actualmente en las obras de construcción son cada vez más eficaces y asumen muchas tareas que antes nos correspondían a nosotros. El número de pedidos tiende a disminuir, pero aumenta su dificultad y el nivel de carga», afirma Burkhardt. Por esta razón, Scholpp apuesta por sistemas de grúa más flexibles y potentes que le permitan aventajar a la competencia.

La especialización en el ámbito de las grúas es una constante presente en toda la historia de la empresa Scholpp Kran & Transport GmbH. En 1956, en pleno despegue del milagro económico alemán, las grúas eran un bien escaso. Alfred Scholpp, fundador de la empresa, hizo construir su primer vehículo grúa, un KS 36. A lo largo de las décadas, Scholpp se convirtió en una de las empresas líderes en Europa para el montaje industrial a nivel internacional, y su plantilla creció hasta contar con más de 1.400 empleados.


Experto en maniobras. El coloso Arocs 2658 de hasta 180 toneladas, dotado de turboembrague retardador, maniobra sin problemas en las rampas incluso con un peso total de 66 toneladas. Así lo demuestra en esta obra, en el centro de Göppingen.


Martin Scholpp, hijo del fundador, también marcó el devenir de la empresa durante más de 30 años, hasta que en 2013 se dio cuenta de que el negocio de grúas, de alcance predominantemente regional, necesitaba una estrategia diferente a la del montaje industrial internacional. En consecuencia compró él mismo la sección de grúas y transportes, extrayéndola del grupo Scholpp. Desde entonces es una empresa independiente que dirige él personalmente, en función de socio gerente.

«Trabajo a la medida con cargas extremas»: para Martin Scholpp, esto implica actuar con gran meticulosidad y máxima eficiencia en todas las áreas empresariales. «Las cargas son cada vez más voluminosas y pesadas, y al mismo tiempo las autoridades imponen más exigencias y las grandes obras están sujetas a plazos más justos. Por eso necesitamos un equipo de alta eficiencia», asegura Martin Scholpp.


Hombro con hombro, a pie de grúa. En su función de conductores, Stephan Ludwig (izq.) y su hermano Thorsten se encargan también de montar las grúas.


Un especialista en grúas muy apreciado.

Gracias a su gran sensibilidad para el negocio de las grúas, Scholpp es una de las empresas más valoradas en el área metropolitana de Stuttgart por constructoras y otros pesos pesados, como la compañía eléctrica EnBW, la refinería de Karlsruhe o diversos operadores de telefonía móvil. Así lo demuestran las 10.000 operaciones que realiza aproximadamente al año. El parque móvil de Scholpp, que abarca actualmente 50 grúas móviles, dispone de la solución adecuada para cada campo de aplicaciones, desde los transportes pesados de piezas de maquinaria con transbordo en puerto hasta la instalación de grúas de construcción.

La flota de camiones y vehículos acompañantes exclusivamente de la marca Mercedes-Benz, presidida por los Arocs 2658, constituye la espina dorsal de todas las operaciones. «Sin embargo, la clave de nuestro éxito siguen siendo nuestros empleados y su gran dedicación», afirma Martin Scholpp. Por ejemplo, los conductores de la empresa, que no solo se encargan de recorrer las rutas ordinarias con pesos pesados, sino que además instalan la grúa y preparan los lastres y el balancín.

Para Scholpp es obvio que los Arocs deben incorporar el mejor equipamiento de seguridad posible. Y precisamente este es uno de los factores que hacen interesante trabajar en Scholpp. Junto a Stephan Ludwig trabajan y trabajaron en la empresa su hermano menor, su padre Thomas e incluso sus abuelos, Manfred y Hilde Wünsche. Lo que más aprecia de su trabajo Stephan Ludwig: «Nunca me aburro», dice, ocupando otra vez su asiento al volante. La grúa de gran tamaño Scholpp S-GK500 le espera en Plochingen, y también un contenedor de 80 toneladas que hay que llevar al puerto para su transbordo al barco fluvial.


Altamente especializados. Los Arocs 2658 son un apoyo óptimo en cualquier misión con presencia de grúas, y juegan un papel muy destacado en la empresa Scholpp.


Fotos: Henrik Morlock 

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