Joachim Schneider es un especialista en transportes XXL

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Poder profesional para transportes especiales.

No importa si es anchura, altura o peso extra: Joachim Schneider circula de noche con su Actros 1848 transportando carga especial a través del país.


Después de 35 años detrás del volante, el jefe le dio una enorme sorpresa: en junio, Joachim Schneider recibió un Actros 1848 amarillo totalmente nuevo. «Con esto no había contado», dice el camionero de 62 años. «Mi camión anterior acaba de hacer diez años y está como nuevo, aún seguirá circulando».

Desde entonces, Joachim ha recorrido 30 000 kilómetros con el nuevo Actros. Aun así, todavía no puede decidir qué detalle le gusta más. «El chasis, que avanza tan bien por carretera, el cambio Mercedes-Benz PowerShift con Predictive Powertrain Control o la posición de asiento tan relajada. Todo es perfecto», comenta entusiasmado el conductor.



«En mi Actros nuevo, todo es perfecto»

– Joachim Schneider, conductor de Actros en la empresa Otto Morof Spedition GmbH


Grandes piezas conllevan gran flexibilidad.

En su trabajo, todas las funciones del Actros son importantes. Joachim trabaja para la empresa Morof, de Althengstett (Baden-Württemberg) y realiza transporte especiales, normalmente de noche. Para ello, es necesario un vehículo moderno y fiable. Como profesional con mucha experiencia al volante, Joachim tiene muy claro cómo calibrar el vehículo de forma óptima para transportar mercancías con dimensiones especiales.

Joachim también debe adaptarse en todo momento a algunas sorpresas desagradables. Algunas veces, no todos los permisos están en regla al iniciar la marcha, la policía o el vehículo acompañante se retrasan o hay alguna obra que no estaba anunciada. Sin embargo, Joachim sabe lo que es importante es esos casos: «Flexibilidad y mantener la calma».



Con la bici en dirección al monte Cervino.

Para relajarse, Joachim se toma «minivacaciones para la mente». Así llama a sus excursiones con la bicicleta. Desde hace 15 años, lleva su bicicleta de montaña en el semirremolque. Le gustaba especialmente hacer rutas por el norte de Inglaterra, que lo conducían por Liverpool y Blackpool, entre otros. «En esas ciudades inglesas, parece que el tiempo se hubiera parado». También es inolvidable la excursión al monte Cervino, que lo condujo hasta una altura de 2200 metros en la nieve.

También ha sucumbido al encanto del invierno a 30 grados bajo cero en Luleå, al norte de Suecia. «Aquella vez me acompañaba mi mujer», cuenta Joachim. «Paseamos por el mar helado, vimos una carrera de trineos, los lugareños incluso hicieron barbacoas y sacaron mesas de merendero». El recuerdo de aquellos días aún lo entusiasma: «en la empresa de destino, el aparcamiento era fantástico, y las salas comunales con sauna. Era como estar de vacaciones».

En las vacaciones «de verdad», le cede el volante a su mujer con gusto: «conduzco tanto que en vacaciones me gusta mirar tranquilamente por la ventana».


Fotos: Joachim Schneider

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