En el Actros y en bici: Witek Kapłon y Adrian Sieczkarek viajan juntos

Reportaje

El equipo.

Witek Kapłon y Adrian Sieczkarek conducen su Actros en doble equipo para la empresa Duvenbeck. Los dos también comparten otra afición: la bicicleta de montaña.

Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.
Además de la carga normal, Adrian y Witek siempre llevan sus bicicletas.

Es un día soleado cerca de Breslavia. Perfecto para entrenar. No muy lejos del emplazamiento de la sucursal de Duvenbeck, se extiende la famosa montaña Sleza: Los dos conductores han aprendido que hay ponerse en camino lo más rápido posible para aprovechar todo el tiempo libre con la bicicleta de montaña.

Pasión por la bicicleta.

«¡La culpa la tiene Witek!», bromea Adrian Sieczkarek, de 36 años, alto y atlético, mientras carga su bicicleta de montaña en el espacio de carga del Actros. «Antes, el fútbol era mi gran pasión, pero ya no puedo dedicarme a esa pasión debido a una lesión. Cuando empecé a trabajar de conductor de camiones, engordé muy rápidamente. Estar sentado tanto tiempo no cuadraba con mis hábitos alimentarios. Por suerte, empecé a conducir el camión con Witek. Resultó que ambos somos ciclistas. Fue él quien me convenció de entrenar en cualquier sitio en que estuviéramos. Incluso cuando estamos de viaje con el camión».


Aprovechando cualquier oportunidad.

Su compañero, Witek Kapłon, sonríe: «Se me hace difícil quedarme sentado, hace mucho ya que hago deporte. Incluso cuando mi mujer y yo viajamos a Grecia de vacaciones, alquilé una bicicleta de montaña y entrené allí. Además, salía a correr o a hacer Nordic Walking, todos los días a seis de la mañana; al menos diez kilómetros. ¡Luego tocaba playa!»

Kasia, la mujer de Adrian, también comparte su pasión por el deporte. Cuando la temporada de hacer deporte al aire libre termina, la pareja junta entrena en el gimnasio.. Durante la temporada, Adrian aprovecha cualquier momento entre viajes y cualquier pausa para entrenar. A veces solo, a menudo con Witek. Cuando se da la ocasión, también con otros tres amigos que trabajan en otros lugares pero que pertenecen al mismo equipo. Por supuesto, participa en maratones de bicicleta de montaña.



El empresario impulsa el deporte.

La especialidad de Adrian y Witek es «MTB», la bicicleta de montaña. Por suerte, ambos viven en la Baja Silesia, Adrian en Milicz y Witek en Polanica Zdrój. Gracias a sus condiciones ideales, la región se ha convertido en la capital de la bicicleta de montaña de Polonia.

La serie de maratones anuales de bicicleta de montaña empieza en Miekinia, cerca de Breslavia, mientras que las competiciones tienen lugar más adelante en otros lugares: en Polanica, Swieradow, Bielawa, Szklarska Poreba, Sobotka. Cada uno de estos maratones de bicicleta de montaña tiene entre 50 y 60 kilómetros en la categoría Mega, con desniveles de hasta 1000 metros. En total, el equipo suele organizar entre nueve y doce eventos cada temporada. Para ello, cuentan con el apoyo de Duvenbeck, su empresa. Ambos conductores trabajan para Duvenbeck con su Actros verde, suministrando piezas de vehículos a grupos automovilísticos, entre ellos, Daimler. Suelen conducir de Polonia a Alemania y vuelta. Además de las mercancías habituales, Witek y Adrian llevan siempre sus bicicletas.


Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.
Condiciones ideales: Adrian y Witek viven en la Baja Silesia, la capital polaca de la bicicleta de montaña.

Entre y cuatro entrenamientos por semana.

«A veces, estamos realmente agotados después del entrenamiento, pero, si uno de nosotros quiere tomarse un descanso un día, el otro lo anima a esforzarse aún más», comenta Adrian, que es camionero desde hace diez años. «Después de 30 o 50 kilómetros, llega la felicidad, gracias a las endorfinas que circulan por el cuerpo».

Normalmente, Witek y Adrian entrenan entre tres y cuatro veces por semana; a veces, se concentran en la distancia. En esos entrenamientos, hacen entre 40 y 60 kilómetros. Otros días, hacen un entrenamiento cualitativo, siempre que lo permitan las condiciones del terreno. Entonces, les basta con 20 o 30 kilómetros. Además, siempre llevan los bastones de Nordic Walking.



Ventajas del trabajo: Entrenar en distintos sitios.

Esa variedad de entrenamientos ayuda a mantenerse en forma. «¿Nuestro mayor éxito? Hemos adelgazado: yo, diez kilos, y Adrian 20». En la temporada 2018, hicieron por primera vez todos los maratones en la categoría Mega. «Antes, solo participábamos en la categoría Mini. El trabajo también conlleva restricciones, pero aprovechamos todas sus ventajas», opina Witek, de 47 años, que lleva seis años practicando bicicleta de montaña y trabaja para Duvenbeck desde hace tres años. «Gracias a nuestro trabajo de conductores, podemos entrenar en lugares muy distintos y ver muchas cosas, porque desde la bici se ve mucho más que desde la ventanilla del camión».

Siempre el mismo tema: la alimentación.

Quien practica mucho deporte cambia, sobre todo, sus hábitos alimentarios; aquí es donde entra otra de las pasiones de Witek: la cocina. «Me va muy bien con Witek. Incluso de viaje, consigue hacer platos saludables y excelentes para ciclistas con unos cuantos ingredientes sencillos; siempre le digo que debería hacerse cocinero», dice Adrian riendo. Witek añade: «Intentamos no recurrir a la comida rápida. Tenemos un frigorífico en el Actros en el que podemos guardar ingredientes sin procesar y hacer algunos platos sencillos, como tortillas, pasta con pesto, ensaladas».


Pausa para el café: Después del entrenamiento, Witek prepara su expreso especial.
Pausa para el café: Después del entrenamiento, Witek prepara su expreso especial.
Pausa para el café: Después del entrenamiento, Witek prepara su expreso especial.
Pausa para el café: Después del entrenamiento, Witek prepara su expreso especial.

Expreso en el aparcamiento.

Después de entrenar con la bicicleta por la falda del Sleza, también queda tiempo para relajarse; Witek confiesa uno de sus secretos: En el aparcamiento, prepara un café excelente con una típica cafetera exprés italiana. «El secreto está en que mezclo el café normal con unas cuantas bayas de café verdes, lo que le da un sabor especial», explica Witek mientras le alcanza una taza humeante a su compañero. «¡Ha sido un día magnífico!»

«Las carreras también nos permiten mantener los contactos: Son un motivo para ir a las montañas cada dos semanas y llevar a nuestras familias, el ambiente es fantástico porque ya nos conocemos bien».


Fotos: Krzysztof Skłodowski

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