Hitos en la historia del camión: el 2224 mezcló material en la construcción de un dique en 1979

Serie: Hitos en la historia del camión

¡No apto para mentes cuadriculadas!

En la construcción de un dique en Renania del Norte-Westfalia, una flota compuesta por diversos camiones de Mercedes realizó un enorme trabajo a finales de la década de 1970.


35.000 kilómetros al año con un radio de menos de 20 kilómetros: ese fue el impresionante balance que registraron los mezcladores móviles de la empresa Fertigbeton Düren GmbH & Co. KG a finales de los años 70. En este registro jugó un papel importante un gran proyecto de construcción que la revista «Transport» recogió en un artículo de 1979: la construcción del dique del Wehebach en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, en la Alemania Occidental. La instalación sigue funcionando hoy en día, y la empresa hizo innumerables viajes con hormigón para su construcción.

Una de las aportaciones más destacadas corrió a cargo del 2224 B con carrocería de Stetter. Y no solo porque a veces trabajó a turnos de ocho horas y tuvo que superar terreno intransitable en la obra. Por si fuera poco, su proverbial potencia de motor tuvo que recorrer el doble de kilometraje anual. No en vano, el tambor de mezcla también se accionaba a través del motor del vehículo gracias a una propulsión de árbol de levas y a una bomba y un motor hidráulicos. Y la relación entre tiempo de desplazamiento y tiempo de parada fue sencillamente 1:1.


Un total de 88 vehículos en acción.

El parque móvil de Fertigbeton Düren contaba en aquel momento con un total de 88 vehículos, la mayoría de Mercedes‑Benz. Entre ellos había otros mezcladores móviles del modelo 2624 LB y camiones articulados 2226 con tambores de mezcla con capacidad para aún más hormigón que los tambores de los mezcladores móviles. A esto había que añadir diversos camiones articulados con gravilla y cemento.

Una labor especialmente decisiva les correspondió a los once camiones Mercedes de los modelos 1413 y 2219 que estaban equipados con bombas de hormigón. Sus plumas tenían hasta 30 metros de longitud y transportaban a la hora hasta 80 metros cúbicos de hormigón. Así se pudo abastecer sin problemas también a aquellas zonas de la obra adonde no podían llegar los mezcladores.


Fotos: Daimler

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