Transporte de colchones: Manuel Iglesias y su Actros 2646

Economía y logística

Gran volumen, alto confort.

Gran comodidad. Manuel Iglesias transporta colchones y materiales para su fabricación. Gracias a su Actros 2646 llega siempre descansado.

Manuel disfruta el confort de su Actros. Los colchones que transporta son tan cómodos como su camión.


“Llevo 20 años conduciendo camiones y siempre han sido trenes de carretera”, afirma Manuel Iglesias. Especializado en el transporte de colchones y sus componentes, le consta que en este tipo de transporte el volumen importa “¡y mucho!”.

Un Actros 2646 va a la cabeza del conjunto de tres ejes que conduce Manuel: camión rígido más remolque. Un total de 120 m3 con 3 metros de altura interior y una capacidad para transportar 39 palets. “Mucho volumen y poco peso”, dice. Según Manuel, conducir un tren de carretera es más seguro que conducir un camión con un solo remolque. “En invierno, bajo condiciones meteorológicas adversas he visto a algún que otro tráiler convencional hacer la tijera, pero jamás a un tren de carretera”, argumenta.



De Zaragoza a Dresde.

A Manuel no solo le gusta el Actros que conduce sino también lo que lleva: “Transporto dulces sueños”, dice señalando los colchones. Una de las principales rutas de este profesional comienza en Zaragoza —donde carga en la fábrica de Pikolín— y llega hasta Dresde —donde descarga en hoteles de cinco estrellas. De regreso trae carcasas, muelles, espumas o visco elásticas con los que provee a las fábricas de colchones con sede en Aragón.



Confortable a destino.

A lo largo de sus dos décadas de experiencia trabajando para Transportes Hermanos Ruiz, a Manuel le ha dado tiempo a probar distintas marcas y camiones: “Desde que me siento al volante de un Actros con Predictive Powertrain Control, conduzco mucho más relajado”, dice. Este sistema de asistencia a la conducción utiliza GPS y mapas de carreteras en 3D. Al anticiparse y adaptar la marcha y la velocidad al tipo de terreno, no solo facilita la conducción, sino que ahorra combustible. “No existe nada igual en el mercado”, asegura.

Según Manuel, el transporte internacional sólo es duro cuando no se lleva el camión adecuado. “Gracias a la ergonomía y comodidad del puesto de conducción del Actros cuando me bajo del camión, después de ocho horas de conducción, me siento como nuevo”, asegura.


Mercedes-Benz para el uso privado.

Por eso, tanto en lo profesional como en lo personal, Manuel lo tiene claro: su marca es la estrella. “Cuando me bajo de un Mercedes me subo en otro”, dice. Y no se trata de una frase hecha. Cuando regresa de ruta, en las instalaciones de Transportes Hermanos Ruiz le está esperando su vehículo privado: un Mercedes-Benz Clase A blanco marfil. “Hay que darse un lujo de vez en cuando”, dice sonriendo.


Fotos: Begoña Tremps

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