Suiza: recorriendo Zúrich en el eActros

Un probador experimentado.

Hans-Ruedi lleva ya 44 años trabajando en Migros. «Es más una familia que una empresa», elogia a su empleador. Empezó como conductor llevando un autobús comercial con más de 1.000 artículos entre los que los clientes podían elegir en aquella época. «Era conductor, pero también hacía pedidos y reponía las estanterías. Ah, y además era un buen vendedor», recuerda aquellos bonitos tiempos. También recuerda con cariño aquella época porque entonces hacía las rutas junto con su mujer. Después de 20 años, lo dejó en 1996.

Se sacó el permiso de conducir camiones con remolque y a continuación trabajó 19 años con semirremolques. Hacía hasta 20 rutas al día. «El mero hecho de conducir el semirremolque ya es de por sí un gran reto». Lo mismo ocurría con los madrugones: «Empezaba a las 3:45 de la madrugada. Por tanto, tenía que irme a dormir a las ocho y media todos los días». Para un aficionado al fútbol como él, esto era toda una renuncia: «Así me perdía todos los partidos de la Champions League». 

Al principio, el experimentado camionero recibió el eActros más bien con cierto escepticismo. Ya no queda nada de esa actitud escéptica. «Nunca me habría imaginado que diría esto, pero ahora me gusta más conducir el camión eléctrico. La aceleración y el despliegue de potencia silenciosos, los sistemas de asistencia… ¡Es insuperable!».

Ahora, en sus nuevas rutas debe hacer la descarga él solo. Pero hay una auténtica ventaja para Hans-Ruedi: «¡Por la noche puedo ver el fútbol de vez en cuando!»