Tomados por espías y aterrizando en la luna Noticias de la aventura de la pareja suiza – parte 5

Si pudiérais vernos hoy, no os causaríamos la mejor impresión. Hemos acampado en el cauce de un río de Georgia, en las últimas noches ha habido fuertes tormentas. Han caído muchos rayos cerca del camión, así que no hemos podido dormir mucho.

Sin embargo, estamos de buen humor: en un par de días, nuestros pasaportes deberían llegar a la capital, Tiflis, junto con los visados para Rusia y Mongolia. El mes pasado tuvimos que replanificar nuestra ruta porque Pakistán nos denegó el visado, pero ahora el camino hacia el este de Rusia está libre. Por lo menos, en cuanto a papeleo.

De camino hacia la república caucásica de Georgia, hemos recorrido Irán desde el árido sur al norte. La parada en Isfahan ha sido especialmente interesante: por la enorme plaza de los imanes, pero también por los encuentros con la población local. No llegan muchos turistas al país, y la gente se alegra de tener contacto con extranjeros. En cada esquina nos hablan, nos ofrecen golosinas o nos hacen fotos con smartphones.

En vista de la hospitalidad, estaba claro que íbamos a visitar a un «viejo conocido»: un granjero que nos regaló varios kilos de fruta cuando íbamos de camino al desierto de Dasht-e Lut. Esta vez, fuimos nosotros quienes llevamos regalo, por ejemplo, mermelada hecha con su fruta. El granjero se alegró mucho y nos invitó a pasar tiempo con su familia. Su hermano, mecánico, se enamoró de nuestra Yamaha. Nos ofreció realizar un mantenimiento gratuito, pero lo rechazamos: no queríamos abusar de su generosidad, y la moto funciona perfectamente, igual que el Axor.

A veces, ni siquiera el camión más potente no puede continuar, como aprendimos de camino hacia el Mar Caspio. Allí, atravesamos puertos de montaña, el paisaje se volvió más verde y el clima casi tropical. El objetivo: un lago a más de 2000 metros de altura. Sin embargo, en un momento dado, la carretera estaba tan embarrada y era tan empinada, que tuvimos que darnos la vuelta. Mejor dicho: ir hacia atrás hasta que pudimos girar.

También tuvimos que girar en el desierto de Kavir, al este de Teherán. ¡El ejército nos retuvo en un checkpoint buscando espías! Irán no es el país más turístico. La policía nos ha registrado más de una vez al acampar. Aun así, las situaciones se han resuelto sin problemas. Sin embargo, nunca estábamos seguros de si todo estaba bien debido a la barrera idiomática.

Después de cuatro semanas en Irán, nos quedamos con las impresiones positivas. También es verdad que hemos vivido algunas aventuras porque hemos recorrido el país por carreteras más pequeñas. Así llegamos al cauce seco de un río, en el que nos sentimos como si estuviéramos en la luna. Volamos el dron muchas veces porque no nos cansábamos de las imágenes aéreas.

El paso de Irán a Armenia también resultó ser un obstáculo difícil. Durante cinco horas estuvimos yendo de un funcionario de aduanas a otro. Al final, tuvimos que esperar a que un veterinario examinara a Aimée. Después de esperar una hora, un oficial nos preguntó qué hacíamos allí, si hacía tiempo que estábamos listos.

El sur de Armenia consiste en una sucesión de puertos de montaña. Las carreteras están desgastadas de la infinidad de camiones que transportan el diésel iraní hacia el interior del país, así que dimos bastantes botes. A Mike le habría gustado tener medias marchas y un retardador. Varias veces durante el día pasamos de lugares entre 1500 y 2500 metros a lugares entre 400 y 700 metros, y vuelta a subir. El estilo arquitectónico recuerda con fuerza a la era soviética. Para hacer la compra, nos comunicamos como podíamos, y las cajeras se reían para sus adentros.

La sexta parte de la serie RoadStars saldrá el 22 de octubre. ¡Seguid al tanto!

Fotos: 4-Xtremes